Miradas Cómplices constituye un laboratorio de ideas, de reflexiones fotográficas e imágenes que, quizás, encuentren vuestra complicidad.

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lunes, 31 de enero de 2011

Espejismos de Rajastán. La Mafia de Jaipur. Última parte

Paro y movilización obrera durante mi visita a Jaipur - India
Como les contaba en el post anterior, volví como pude al hotel bastante desorientado y sin saber a ciencia cierta que hacer.
Como aún era temprano, me fui a comer unos chapatis y un poco de arroz al curry al restaurant del pequeño hotel y por esos azares de la vida me encontré con un español que también se alojaba allí y le conté lo que me había sucedido.
El madrileño, sin mostrar gestos de sorpresa, me sugirió que lea algo que me estaba marcando con su dedo en una página de su guía Lonely Planet de India: “observa este recuadro, hombre!”.
El destacado estaba encabezado por la palabra Warning! (cuidado!) y para mi total sorpresa, cada palabra leída parecía ser una nueva estocada a mi seguridad.  La guía recomendaba que tuviera cuidado con las mafias de las joyas en Jaipur. Era una estafa para turistas y había que decirle que no a cualquier invitación de desconocidos.
Después de la cena, le agradecí de corazón todo lo que me dijo. Y me dirigí a mi habitación más desorientado y deprimido que antes. Saber lo que me podía suceder era peor que la inocente actitud que tenía antes.
No tenía tiempo y debía decidir rápido: si llamar a la embajada y denunciar el hecho (tenía el tel. del cónsul de mi país) o seguir adelante con todo ello que obviamente a esa altura ya me sabía muy mal.
Y aunque ustedes no lo crean, opté por la última variante, la más peligrosa. Supongo que el periodista que llevaba adentro me invitó a curiosear. Lo que no sabía era hasta cuando podía seguir con esa farsa.
A la mañana siguiente, Gazy me llevó nuevamente a la joyería. Allí Sing me dijo que había que cambiar de hotel. “Para confundir a la competencia” señaló serio. Debo reconocer que me atendieron como un rey, me pagaron toda la comida del día y el hotel era un lujo: el Sajan Niwas costaba 50 dólares la noche, demasiado para mi bolsillo de viajero.
Pero durante la cena, llegó el mensaje definitivo. El mismo indio del perfecto inglés de la fiesta del otro día, se apareció durante los postres: "haz el depósito y  viajarás a Barcelona al día siguiente". Yo me excusé, comentándole que no tenía ese dinero conmigo y que estaba esperando un giro desde mi país.
Así estuve una semana alargando la "fiesta". Deseaba conocer un poco los mecanismos de esta mafia y de paso, ahorrar dinero. Era una total imprudencia,  pero tenía un largo viaje aún hacia el sur del subcontinente indio.
En pocas palabras, el “modus operandi” de esta mafia era el siguiente: el turista desprevenido paga el seguro, te dan un pasaje de ida, te hacen creer que se despachan las joyas en tu avión (la mafia está también en los aeropuertos) y cuando llegas, nadie te espera, las joyas nunca salieron de India y tú pierdes el dinero.

Tumba siglo XVIII - Jaipur
 Durante esos eternos días, conocí varias joyerías, abogados, expertos y hasta políticos que desfilaban ante mis ojos con la mejor sonrisa.
Cualquier treta era buena para comprar la confianza de un turista. Y yo, sabiendo sus oscuras pretensiones, observé una mafia muy bien organizada y grande; se movían con total naturalidad, con dinero y gozaban de una extrema impunidad.
Me vigilaban día y noche. No podía ir sólo a ningún lugar. Gazy estaba todo el día conmigo.
Este padre de 8 hijos era simpático y me hice muy amigo de él. Supongo que las presiones económicas de una familia numerosa lo llevaron a este hombre a delinquir en esta India actual de tantos y pronunciados contrastes. Recuerdo que me llevó a visitar cada uno de los magníficos palacios mongoles y sitios de importancia de la ciudad rosa.
Una mañana cuando Gazy fue a  un locutorio, aproveché y me dirigí corriendo a la estación de trenes que estaba cerca. Saqué un ticket a Gandhinagar, la capital de Gujarat para esa misma madrugada. A esa hora todos dormían y pude escapar, tuve suerte. (¡aún pienso como hice para que nadie se diera cuenta!).
Jaipur había dejado de ser para mi, un buen sitio para hacer turismo. Por un buen tiempo.


Hasta pronto!!!

viernes, 28 de enero de 2011

Espejismos de Rajastán. La Mafia de Jaipur

Mafias hay en todos lados señala con acierto esta expresión del acervo popular.
Uno a veces, lo sabe antes de visitar un lugar y toma ciertas medidas preventivas. Pero en otras ocasiones, las menos, no se sabe nada. Y algunas cosas pueden pasar de una manera que no son tan fortuitas y todo se complica. Algo así me pasó cuando llegué a la estación de trenes de Jaipur, la capital del estado indio de Rajastán.
Hacía mucho calor ese día. El reloj del andén marcaba las 11 de la mañana y estaba bastante mareado con tanta gente y griterío a mi alrededor.
Salí como pude de la estación y una mano salvadora me llevó a un rickshaw motorizado. Allí se presentó el hombre que llevaba un llamativo turbante color azafrán en su cabeza: “me llamo Gazy. Y quiero mostrarle un lugar maravilloso y después lo llevo al hotel”.

Jaipur - Rajhastán - India
No me pregunten porque, pero me dejé llevar. Con tal de salir de ese lugar, cualquier cosa. El hombre me condujo entre mercados de verduras y callejuelas pequeñas hasta la puerta principal de la vieja ciudad pintada de rosa.

Jaipur - Rajhastán - India
Ibamos recorriendo lugares levantados por el Imperio mongol, la dinastía musulmana que dominó la región hasta mediados del siglo XVIII.
Gazy, mientras conducía, me contaba con fluidez enciclopédica que la ciudad era rosa ya que los astrólogos del refundador, el maharajá Jai Singh, pronosticaron en aquellos tiempos que traería suerte.
“Ojalá que la tenga” pensaba mientras me dejaba en el hotel luego del buen paseo. Y cuando se iba me dijo: “Esta noche haremos una fiesta. Lo invito”. Yo accedí y me fuí a dormir una siesta pensando en la buena fortuna que tenía de estar en Jaipur.
Pero el agasajo no fue con tortas y gaseosas.
En una habitación de un viejo hotel de Ben Park, había sólo tres botellas de ron, cuatro indios y yo. El ambiente no era halagueño y entre copa y copa, el más callado de los cuatro abrió la boca y en un perfecto inglés me hizo una propuesta.
El negocio consistía en llevar joyas a Barcelona, Londres o París. Me daban para elegir, ellos pagaban el pasaje y como recompensa me prometían 10.000 dólares.
La joyería es una industria que en la India exporta más de 8 mil millones de dólares por año. Pero como las empresas tienen un techo de exportación de 50 mil anuales, recurren a los turistas que pueden sacar legalmente 2.000 dólares cada uno en joyas.
Pero volvamos al relato.
Al otro día, me volvió a buscar Gazy y me depositó en una joyería en el casco antiguo. El dueño con mucha discreción me invitó a ir a una habitación contigua al negocio;  y allí, ante mis sorprendidos ojos, desplegó sobre la mesa dos paquetes de esmeraldas, safiros y diamantes pequeños.
 Luego de unos instantes eternos, Sing, como se llamaba el joyero, levantó la vista y me dijo seriamente: “Usted llevará un paquete de éstos que ve acá pero antes debe dejarnos 2.000 dólares en rupias como seguro. Cuando vuelva de la entrega, se lo devolvemos”.
Me excusé como pude y regresé al hotel que ya había sido pagado por “ellos” y me puse a pensar que podía hacer….

(Les agradezco de corazón la atención que tuvieron hasta ahora con el relato.... pero continuará el próximo lunes y sabrán el desenlace de todo este gran problema en el que estuve metido. Buen fin de semana!!)

miércoles, 26 de enero de 2011

Como seguir siendo pobres pero verdes. Apuntes sobre un libro de viajes

Esa parece ser la letal afirmación del escritor y viajero argentino Martín Caparrós que subyace latente en todo su excelente y comprometido libro de viaje: "Contra el cambio" que ha sido publicado el año pasado por Anagrama.
Y por cierto, me parece muy recomendable, para los amantes de los viajes, darle un vistazo; ya que realiza un entretenido, afilado y reflexivo recorrido por una decena de países que sufren la tan mentada amenaza climática. Y también es un libro provocativo.
Los países centrales – dice en la pág 40 – ya hicieron su conquista de la naturaleza, su desarrollo sucio. Y el mundo está como está porque ellos lo hicieron, pero ahora se dedican a dictar normas a los países más pobres sobre cómo proteger esa naturaleza que ellos ya se cargaron”.
Es como un chiste – señala el escritor – que los grandes impulsores de la ecología sean las sociedades que ya cambiaron sus ecosistemas hace tres, cinco, dos siglos para adaptarlos a sus necesidades y apetitos. Ahora quieren que los otros, los pobres, respeten lo que ellos no respetaron, so capa de – salvar al planeta -. Esa es, ahora, una de las claves del debate”.
Mientras recorre el Amazonas brasilero, el viajero toma contacto con las necesidades de la gente que vive allí y constata que por una cuestión vital, muchos desforestan el terreno para cultivar maíz y otros cultivos básicos para su alimentación. Y se acuerda de los ecologistas del primer mundo: “es muy fácil serlo a la distancia y lamentar la destrucción de la selva desde San Francisco o París, que resistir a la tentación de quemar los árboles que una vez desmontado podría alimentar al que lo quema. Sobretodo, cuando nadie le ofrece otra solución para su hambre”. (pág. 30)
Podría dar un montón de ejemplos más que encuentro en este libro que no tiene desperdicios de ningún tipo, ni de contenido ni de la forma tan atractiva, amena que está escrito.
Por estos motivos (y para que ustedes, lectores cómplices, los descubran leyéndolo) quiero terminar este post con un video explicativo de Caparrós que encontré en You Tube. Hasta pronto!!

lunes, 24 de enero de 2011

Simplemente Gerda Taro

Tengo en mis manos un gran libro. Posiblemente sea éste un ejemplar que considero esencial tanto por su valor histórico como por su mirada fotográfica.
Me refiero a Gerda Taro. Inicialmente publicado por la International Center of Photography (que tiene la mayor colección de imágenes de la fotógrafa), luego fue editado en castellano ( 2009)  en conjunto con el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC).
La obra es absolutamente original y completa. Es la primera colección importante de Taro e incluye 200 imágenes (varias de ellas inéditas), organizadas cronológicamente con diseños y revistas de época con trabajos de la fotógrafa alemana.
Su carrera profesional breve pero intensa, demuestra que aunque una obra haya sido eclipsada puede ofrecer perspectivas nuevas y valiosas” señala en el prólogo, el actual director del IPCWillis E. Hartshorn.
Con un diseño cuidado y prolijo, el libro fue prologado también por los dos mayores biógrafos de Gerda Taro: Richard WhelanIrme Schaver.
Whelan comenta que ha dedicado décadas a la recuperación e identificación de su obra indisolublemente asociada con el trabajo de su compañero Robert Capa, durante los dos años que estuvieron juntos en la Guerra Civil Española (1936 – 37).
Se sabe que los dos firmaban las imágenes en conjunto y fue para el biógrafo “toda una odisea detectivesca” separar el grano de la paja.
Por ejemplo, en un reportaje para la revista Die Volks - Illustrierte, se firmaba : Capa y Taro; pero el biógrafo logró identificar que la imagen de tapa pertenecía a la fotógrafa que a partir de ese reportaje comenzó a trabajar con Leica (antes con Rolleiflex).

Portada - Mdrid - 30 de junio de 1937
El biógrafo cuenta que “sin el esfuerzo de Cornell Capa (hermano de Robert y director honorario de ICP) tal vez ahora tendríamos muy pocas obras de Taro, a excepción de sus artículos publicados donde se menciona su nombre. Cornell y Magnum recuperaron varias copias de la fotógrafa que llevan anotaciones escritas a mano por Cornell que confirman que la foto es de Taro y no de Robert Capa”.
Por otra parte, la otra biógrafa: Irme Schaver indaga en aspectos cruciales de la vida de Taro que explican de manera bastante explícita porque la fotógrafa cayó en el olvido luego de su muerte acaecida un 26 de julio de 1937, en la batalla de Brunete, cerca de Madrid (España).
La investigadora alemana describe que ese olvido tuvo mucho que ver con el repentino inicio de la Segunda Guerra Mundial en el 39. Pero finalizada dicha contienda y “con el advenimiento de la guerra fría y la histeria anticomunista, en el lado occidental del telón de acero, emergió una visión peyorativa de la lucha contra el fascismo y los antifascistas de la Guerra Civil española fueron marginados”. (pág. 33)
Como heroína comunista – señala la biógrafa - Taro tenía pocas posibilidades de ser juzgada por el mérito propio. Las agencias fotográficas, incluida Magnum, colectivo del que Capa fue cofundador, a menudo tuvieron un trato descortés en relación a la reputación de Taro”. (Pág 34)
En el libro hay algunas imágenes descubiertas en el 2005 que describen a la perfección las influencias que en Gerda Taro tuvieron la estética revolucionaria soviética. Ella había estado en 1929 en Stuttgart en la exposición Film und Foto en la que se presentó la fotografía de la Nueva Visión y había conocido los trabajos de: Làszlo Moholy-NagyAlexander RodchenkoDziga Vertov.
Cabe un ejemplo destacado. En una nota a bordo del navío de guerra republicano Jaime I, la fotógrafa representó al barco y su tripulación de acuerdo con la estética monumental del film El acorazado Potemkin de Sergei Eisenstein  “con imágenes a vista de pájaro, contornos de siluetas, y los ángulos, las rupturas y las poderosas líneas características del constructivismo”.

Febrero de 1937
Por último quiero compartir con ustedes, algunas interesantes imágenes como la de aquí abajo que fue tapa de la revista francesa Regards:

Junio 1937
 Y otras dos , con una cuidada estética,  novedosa para instantáneas en esos tiempos de  guerra. Hasta pronto!!

 Hotel Colón, sede del PSUC (Partido Socialista Unificado de Catalunya) Agosto 1936

Soldado republicano, Brunete - Julio 1937


viernes, 21 de enero de 2011

Los turistas indeseados

A estos turistas les encantan viajar en invierno. Y no vacacionan en pequeños pueblos ni tampoco practican deportes invernales en la montaña.
No son tontos. Hace frío y buscan el calor de las ciudades. Y cuanto más grande sean las urbes, mejor. Ya que allí podrán encontrar más posibilidades de refugiarse sin pagar un centavo. Son expertos "ocupas".
Saben desenvolverse muy bien en sociedad y a primera vista, son graciosos. Durante los atardeceres salen a pasear todos juntos: los une una insoslayable amistad de grupo.
La gente cuando los ve, les dirige inocentes miradas de complicidad. Y estos turistas les regalan grandilocuentes y surrealistas acrobacias visuales. Son verdaderos payasos de la naturaleza.
Pero, todo lo que brilla no es oro. Me imagino que a esta altura ya sabrán de quien les hablo porque seguro que han visto la imagen de abajo.
Me refiero a  los estorninos, verdaderas amenazas urbanas invernales que pronto dejan de ser graciosos para la gente. Y las propias aves comienzan a presentir que no son bienvenidas.
Ya que se convierten en verdaderos problemas ambientales a solucionar por las autoridades en la mayoría de las grandes ciudades europeas mediterráneas.

Figueres - Alt Empordà - Catalunya
 Como cada invierno llegan también a Figueras. Pero en la ciudad de Dalí aún no son plagas ya que la mayoría de los árboles de la ciudad han sido podados en forma preventiva. Y por suerte tampoco hay muchas palmeras (sus más atractivos “hoteles de invierno”). Y a los estorninos 2figuerenses" no les queda otra solución que refugiarse en una gigantesca grúa que, momentáneamente, está sin uso sobre un edificio a medio contruir debido a la crisis. Ya van tres inviernos que lo ocupan sin pagar un centavo.

Figueres - Alt Empordà - Catalunya
Pero en otras regiones o ciudades españolas, la situación no es tan buena como en la ciudad ampurdanesa. Por ejemplo  a los turistas indeseados les gusta ir mucho a Asturias:



Y para terminar me gustaría que visiten el excelente blog de Forestman que precisamente habla de estos "indeseables graciosos" donde se muestra un escalofriante video sobre el triste accionar de los estorninos sobre la capital italiana.
Una pregunta indiscreta: ¿cómo es la bienvenida que le dan a estos turistas en sus ciudades? Alguna de ustedes tendrán jugosas experiencias con los estorninos, no? Ya me contarán. Un fuerte abrazo, saludos a los estorninos y buen fin de semana!!

miércoles, 19 de enero de 2011

Cáceres, la villa de los mil y un escudos


Escudos - Cáceres - España

 Una de las principales características de esta antigua ciudad extremeña y que me llamó la atención poderosamente, apenas puse un pie en el casco antiguo; fueron los escudos que decoran las fachadas de los palacios medievales.
Llegué a contar más de cincuenta blasones familiares que representan la distinción y aristocracia de una clase privilegiada.
Es importante remarcar que estos derechos de privilegio tuvieron su origen en las fortunas que acumularon estas familias, provenientes de las riquezas sustraídas de América durante la conquista. Y en muchos casos, se enriquecieron a costa de los desventurados mineros que extraían plata día y noche dejando sus vidas en los huecos insalubres del Cerro Rico de Potosí.
Y por esas paradojas de la historia, tanto Cáceres como Potosí son, hoy en día, Patrimonios de la Humanidad.





Y muy a pesar de todo esto, la ciudad tiene una historia tan extensa que comienza en los prolegómenos de la era cristiana.
Norba Caesarina tal como la bautizaron los romanos en el 27 a. C., tuvo desde un principio un carácter guerrero. Desde su fundación fue una fortaleza amurallada y luego bajo la dominación árabe y por último cristiana, Cáceres fue siempre un énclave militar.
Más allá de las iglesias barrocas y otros inmuebles antiguos, los árabes dejaron evidentes huellas que se pueden observar tanto en su muralla como en los asombrosos restos de agua subterránea en el Palacio de las Veletas erigido sobre el antiguo alcázar árabe.

Murallas - Plaza Mayor - Cáceres - España

Alcázar árabe - Pañlacio de las Veletas - Cáceres - España
En 1229 llegó la Reconquista de la mano del rey Alfonso IX de León, pero no la paz. En esa época nació una orden militar que servía para proteger a los peregrinos que iban a Santiago de Compostela.
Tierra de conquistadores, Cáceres era el epicentro de todo ello. Y no me costó imaginar, mientras caminaba hace poco por allí, los fantasmas de Francisco PizarroVasco Nuñez de BalboaFrancisco de Orellana pasear tranquilamente por las empedradas calles.
Y tampoco me costó imaginar como estos conquistadores de escudos aristocráticos ponían sus planes viajeros a punto, para lanzarse con una ambición desmedida en esos tremendos viajes de ultramar hacia el Nuevo Mundo descubierto por Cristobal Colón.
Y que mal o bien, cambiaron la historia de América.

Cáceres - España


lunes, 17 de enero de 2011

La Alhambra que fascinó a los románticos

En general, cada vez que planificamos un viaje vacacional, tratamos por lo menos de mirar en guías, libros o por Internet, fotografías que nos seduzcan y así, decidir hacer el viaje soñado.
De esa manera, la fotografía de viaje cumple con una de sus funciones vitales: informar y transmitir ciertas sensaciones o fantasías que nos inciten a ir a ese lugar.
Pero antes no era tan fácil como ahora. Había que apelar a la imaginación, la referencia de algún libro o, tal vez, algunos privilegiados podían tener acceso a ciertas pinturas. De esa manera se guiaban los viajeros antiguos.
No conozco nada que me deleite más que la literatura española antigua (…) La literatura española participa del carácter de su historia y de su pueblo: tiene un brillo oriental. La mezcla de ardor, magnificencia y romance árabes con la antigua dignidad y orgullo castellanos” apuntaba en su cuaderno de viaje, Washington Irving,  antes de decidirse a vivir durante un tiempo en la misma Alhambra a partir de 1828 .
Tal vez, su  "Cuentos de la Alhambra" , ,editado por primera vez en Nueva York en 1832, haya sido uno de los grandes disparadores de los viajeros del siglo XX para visitar Granada y el famoso palacio nazarí.

La historiadora alicantina Cristina Viñes Millet publicó en el 2007 un libro que justamente describe todo este tema titulado "La Alhambra que fascinó a los románticos".
Esta apasionada investigadora de la Universidad de Granada publica en los anexos del libro,  una serie de dibujos y pinturas pertenecientes al movimiento romántico que, salvando las distancias, cumplieron la función de los fotógrafos de viaje de la actualidad.
A los pintores románticos les encantaba realizar cuadros con temas relativos a la historia moderna y en especial, trabajaron los paisajes con pespectiva natural e incluyeron gente normal y corriente.
Quiero compartir con ustedes algunos ejemplos de todo ello. Y que me da la sensación que influyeron en la forma de entender visualmente la Alhambra desde los primeros fotógrafos. Hasta pronto!!  

Tenderete de los aguadores en la plaza de los aljibes de la Alhambra - J.F. Lewis. 1833

Patio de los Arrayanes. Eduard Gerhardt. 1850

La Alhambra y el Generalife desde Albaicín. David Roberts. 1835

Puerta de la Justicia. Asselineau. 1853

viernes, 14 de enero de 2011

¿2011: el año de la fotografía de calle?

Esa es la pregunta que me hago yo, luego de leer con detenimiento la nota que salió unos días atrás en el portal inglés Londonist.
Lo objetivo de todo ello es que los editores de esa página lo afirmaron y yo, como verán en el título, lo dejo en signo de interrogación.
¿Porqué?
Por la sencilla razón que cada cultura (en este caso a través de sus fotógrafos) tiene una maduración diferente para opinar, criticar o reivindicar su espacio público que, a priori, es un lugar social perteneciente a la gente. Cada cultura tiene su mirada, una perspectiva propia.
En ese sentido, los fotógrafos que vivimos en el sur de Europa o América Latina tenemos, a mi entender, una visión que difiere de la anglosajona ya que los significados o símbolos culturales son diferentes . Y eso lo digo, muy a pesar que casi todos los grandes referentes fotográficos que se hicieron conocer a través de este subgénero documental proceden de culturas anglosajonas.
Y a mi me da la sensación (estoy convencido) que aquí hay excelentes fotógrafos de calle que no tienen aún su espacio colectivo. Y, a esto se le debe sumar el poco debate sobre el uso de los espacios públicos en nuestra sociedad.
Y, por ende, el fotógrafo de calle debe buscar su lugar en el mundo con sus propias miradas.
De cualquier manera, todo ello me hace pensar que en Inglaterra, Alemania o EEUU, los “street photographers” tienen condiciones más favorables (políticas, sociales y legislativas) que en otras partes para realizar sus prácticas fotográficas espontáneas que emergen como una denuncia frente al formalismo del sistema y tienen eco a nivel institucional.

© Nils Jorgensen
Investigué un poco por Internet y encontré una avalancha de festivales, concursos, exposiciones, bibliotecas on line y sitios como Gallery Photographers que avalan todo lo que estoy explicando y alimentan el gran auge de la fotografía de calle en los países del norte.

Por ejemplo,  en Derby (Inglaterra) en marzo próximo se va a realizar el Festival Internacional de Fotografía titulado Formato, totalmente dedicado a la fotografía de calle.

© Wallace Dougie

Otra importante. En julio próximo en Londres se organiza el festival londinense de fotografía de calle que contará con el apoyo de la Biblioteca Británica o la National Portrait Gallery, entre otros.



Los organizadores de este Festival se presentan como un espacio que dará vida a la fotografía en  Inglaterra. “El festival proporciona una plataforma para el diálogo en torno a la fotografía de calle, elevar el perfil de fotógrafos y su trabajo. En el clima paranoico de hoy, la legislación anti – terrorista amenaza con perturbar a los fotógrafos que trabajan en espacios públicos por lo que es más vital que nunca para defender y celebrar el género”.
Still Alive, la directora del Festival anuncia a través de su blog que hay un concurso con premios importantes para los fotógrafos de calle. Los interesados pueden observar las bases pinchando aquí.

En fin, el debate está abierto y la incertidumbre y las certeza sobre todo ello también. Hasta pronto!!


miércoles, 12 de enero de 2011

Un peregrino con la cámara: entre el cielo y la tierra

Si hubiera nacido en EEUU, Francia o Inglaterra quizás hubiera sido mucho más conocido de lo que fue. Tampoco ayudaba su apellido checo que es difícil de pronunciar. Y memorizarlo es bastante complicado.
Supongo que tendría que haber hecho como Andrei Friedmann que bajo el legendario seudónimo de Robert Capa hizo historia e, involuntariamente, también docencia. Ya que todos los fotógrafos buscan, en general, ser recordados por nombres o diminutivos fáciles de pronunciar y eso, hoy en día, es algo básico e imprescindible a la hora de hacer marketing en el mundo de la fotografía.
De cualquier manera, todo ello no empañó el trabajo fotográfico que realizó Bedrich Grünzweig. Un extraordinario fotógrafo de calle que,  durante muchos años, callejeó con su Leica con pasión por los espacios públicos de Nueva York. Ciudad que lo cobijó, luego de escapar de las garras de los nazis,  de Checoslovaquia en 1939. 
Ahh…me olvidaba decir que, además, era judío. Y sus padres, abuelos y hermano no tuvieron tanta suerte como él: fueron asesinados por la temida SS tiempo después.
Todo esto que escribo tiene un origen, una explicación primigenia.
Otra vez mi buen amigo Rafa Badia me prestó un libro y, como no podía ser de otra manera, de Grünzweig (aún me cuesta escribirlo!) titulado Between Heaven and Earth (Entre el cielo y la tierra). Enseguida me atrapó y me dije a mi mismo: “¡vamos a investigar un poco sobre este autor que desconocía!”.

Entre el cielo y la tierra - Nueva York 1949

La imagen del limpiador de ventanas que está a la izquierda corresponde a la tapa del libro mecionado.
Precisamente esta imagen fue multipremiada a principios de la década del ’50 del siglo pasado en EEUU y considerada la mejor por varias revistas especializadas de la época.
Según lo que investigué, la vida de Grünzweig es bastante peculiar.
Como ya les conté, este fotógrafo,  refugiado checo judío, se instaló definitivamente en Nueva York y pronto comenzó a trabajar para las Naciones Unidas. En 1961 tuvo un papel de liderazgo importante en la operación de paz de la ONU en el Congo.
Al retirarse de la organizacíón internacional en 1974, comenzó a trabajar junto con el hermano de Robert CapaCornell Capa como asesor del prestigioso Centro Internacional de Fotografía (ICP) de Nueva York. Y paralelo a ello retornó varias veces a su querida Checoslovaquia y también a Israel.
Cornell Capa dijo de él:  "a través de su vida, ha visto mucho. Poseía un humor suave y una gran sensibilidad a la tragedia humana”.
Justo antes de cumplir los 99 años, este peregrino dejó para siempre su cámara en el 2009. Pero sus imágenes lo mantienen vivo como en este libro que acabo de mencionar y del cual, les mostraré algunas imágenes. Hasta pronto!!

No way out. New York, 1948
 
Pennsylvania Railroad Station. New York, 1950
  
The midtown elevated. New York, 1954

Home from work. New York, 1950


lunes, 10 de enero de 2011

Casa Fuster: entre el modernismo, Woody Allen y el reciclaje


Símbolo de la ruta modernista
- Passeig de Gràcia - Barcelona


Todos las personas que conocen el Passeig de Gràcia de Barcelona, saben que es la entrada principal al modernismo catalán y un espacio público donde se pueden encontrar algunos de los inmuebles más emblemáticos del movimiento como La Pedrera, la Casa Batlló o la Casa Fuster.
Pero a diferencia de las dos primeras que son espacios protegidos en casi su totalidad, la Casa Fuster se convirtió en un hotel de lujo (cinco estrellas) en el 2004.
Y por la impronta de mejorar los recursos y servicios a los clientes; Hoteles Center, la cadena hotelera, que administra la última casa construída en 1910 por Lluis Domènech i Montaner, mantiene el aspecto original pero en su interior varios espacios han sido reciclados que no es lo mismo que decir: restaurado.




Entrada Casa Fuster - Barcelona
El reciente fin de semana, paseaba por los Jardinet del poeta Salvador Espriu en Passeig de Gràcia y por esos vericuetos del azar, un simpático conserje del hotel me invitó a entrar (si no eres cliente, en general, no puedes pasar) y me dejó ir hasta la terraza.
Apenas ingresé, la majestuosidad del lugar me embargó. Sin embargo, si no se respetan estilos y conceptos, la mezcla de lo original con elementos del hoy para mi gusto son algo difícil de digerir.

Café Vienés - Casa Fuster - Barcelona
A un lado de la sala de espera, está el mítico Café Vienés que durante años fue un privilegiado centro de encuentro de la ciudad.
Ahora la cafetería está decorada al estilo chill out y mientras la visitaba, me imaginaba al fantasma de Woody Allen por el espléndido salón durante el rodaje de la película "Vicky Crisitna Barcelona".
Lo concreto es que el genial actor y director neoyorquino tocó el clarinete junto a su banda allí e inauguró las veladas de los jueves donde se hacen conciertos de jazz en vivo y hace poco tocó el legendario saxofonista Sonny Rollins, entre otros.
Sin embargo junto a este salón, hay dos inmensos ascensores típicos de grandes edificios corporativos que afean bastante ese sueño modernista de la arquitectura catalana.
Ya en la terraza, me olvidé por un instante de esos ascensores y me maravillé con las vistas de Barcelona desde las alturas.


Passeig de Gràcia desde la terraza - Casa Fuster - Barcelona

Pero luego al caminar un poco por la reciclada terraza,  me encontré con una pequeña piscina que despersonaliza la identidad del emblemático edificio como se ve aquí abajo.

Terraza - Casa Fuster - Barcelona

Terraza - Casa Fuster - Barcelona
En la imagen de arriba, si bien el reflejo sobre el gran ventanal me sirvió para mostrar parte de la ciudad; esa estructura  es parte de la construcción que alberga al metálico ascensor del edificio donde vivía antiguamente la familia Fuster.
Un rato después, volví a la calle sin poder despedirme de aquel amable conserje y me quedé con las ganas de decirle que el hotel estaba muy bien pero la Casa Fuster no estaba tan así. Hasta pronto!!

viernes, 7 de enero de 2011

Andanzas de un genial fotógrafo entre Nueva York y París

Siempre que hablamos de estas dos grandes ciudades, varias imágenes asaltan mi cerebro y rememoro algunas fotografías como recuerdos permanentes e intangibles de BrassaiWilly RonisHenri Cartier Bresson en Paris; o de William KleinHelen LevittDiane Arbus en Nueva York por citar algunos.
Pero hay un fotógrafo que no tiene tanto renombre como los anteriores pero que también paseaba con su cámara por estas dos urbes y es Louis Stettner, a quien conocí hace poco a través de sus trabajos que me sorprendieron gratamente.
Debo darle las gracias nuevamente a Rafa Badia que me lo nombró en un comentario en el blog y luego me pregunté : ¿Cómo es que no le había prestado atención antes?.
"Bueno, estas cosas pasan” me dije y supongo que es positivo y nunca es tarde para descubrir nuevas miradas de ciudades tan fotografiadas como NY y la ciudad luz.
Por todo me puse a investigar sobre su biografía y descubrí que nació en Brooklyn, Nueva York, pero se exilió a fines de la década del ’40 del siglo pasado en París debido a la caza de comunistas que lideró el senador Joseph McCarthy. Y entre café, bohemia y parisinos, Stettner se hizo muy amigo de Brassai y de Paul Strand que también tuvo que huir de EEUU por el mismo problema.
No contento con las imágenes que había visto en la web sobre este fotógrafo, esta semana fui a la biblioteca de Figueres (para los que viven cerca se las recomiendo porque tiene buenos y actualizados libros de fotografía) y encontré un voluminoso libro titulado Wisdom cries out in the streets que recorre su vida fotográfica en blanco y negro por las dos ciudades.
Stettner me atrapó inmediatamente ya que, a mi entender, es un virtuoso en la composición de líneas, de juegos arquitectónicos entre gente y más gente.
A continuación les muestro dos ejemplos.
Place Siant Augustin, Paría. 1993


NY - 1954
Stettner que en los últimos años (actualmente tiene 88 años y sigue haciendo fotografías) ha trabajado con el color y me ha sorprendido por lo bien que lo hace. El juego con la arquitectura, paredes y detalles en sus imágenes es sublime y merece la pena observar algunas de estas imágenes de sus paseos callejeros por unas ciudades que tanto se ha escrito y se ha fotografiado.


Cloudy Haispray - NY - 2003

Mr. President Bryant Park - NY - 2006

Porte de Champerret - Paris 

Sel, Place de Clichy, Paris - 1998


miércoles, 5 de enero de 2011

Estambul según Ara Güler y Orhan Pamuk

En general, los libros de fotografía que llegan a mi casa provienen de un préstamo de alguna biblioteca. Nos tocan tiempos de austeridad y los libros, en muchos casos, tienen precios prohibitivos para mi bolsillo.
Pero hay excepciones, claro.
Con algunos, la tentación va "in crescendo" debido a la calidad del fotógrafo, a la cuidada edición y también a la encuadernación. Si a esto se le suma un costo relativamente bajo, entonces me decido y lo compro como me pasó la semana pasada con el Estambul de Ara Güler con textos de Orhan Pamuk. Ese libro, por suerte, se quedará para siempre en las estanterías de mi casa.
La verdad es que me sorprendió gratamente la selección de imágenes compiladas en el libro del célebre fotógrafo turco. Y el esmerado prólogo de Pamuk, único premio nobel turco de literatura en el 2006,  es el contrapunto ideal que aúna a dos grandes miradas; dos generaciones turcas que hablan, a su manera, sobre la ciudad que tantas pasiones despertaron en ambos. Y la química entre ellos no tiene desperdicios como lo atestigua este libro editado en España por el grupo Anaya.
A continuación voy a transcribir algunos de estos contrapuntos visuales y linguísticos que destaco del libro y que le dan una música diferente y peculiar. La ciudad que evoca visualmente Gúler según las palabras de Pamuk: “ no son tanto como una Estambul del pasado, sino como una lucha conmigo mismo para volver a conectar con mi memoria y convencerme de que lo que estoy viendo no es “arte fotográfico", sino la vida misma”.

Kumkapl. 1950

“De niño yo era testigo de este mismo espectáculo desde la orilla o desde la ventanilla del coche de mi tío. Hoy lo soy a mayor distancia, desde la ventana de mi apartamento en Changir donde escribo mis novelas. Cada vez que las contemplo, en alguna parte de mi interior siento que, como en las fotografías, las barcas parecen formar una caprichosa urdimbre o una nube que de continuo cambia su forma”



Sirkeci. 1956





El hecho de que el cochero incline la cabeza hacia adelante, la armonía con el caballo, la fragilidad y la tristeza que refleja la imagen, el carro torpemente atravesado sobre las vías y un tranvía que espera paciente y a la vez impaciente, todo en esta fotografía representa la modernidad frente a la tradición, los ideales del orden, la disciplina y la autoridad frente a la desordenada impotencia de la pobreza y de las carencias tecnológicas…”









Pasaje Hacopulos, Beyoglu. 1958
“ En estos casos, podemos ver la textura del Estambul de 1950 y 1960, sus capas de historia deteriorándose lentamente mientras se funden una con la otra; una textura que evoca la pobreza y el provincianismo de la ciudad durante aquellos años y el sentimiento de marginación que la acompañaba, pero que muestra también la lucha reflejándose en los rostros de la gente.