Miradas Cómplices constituye un laboratorio de ideas, de reflexiones fotográficas e imágenes que, quizás, encuentren vuestra complicidad.

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domingo, 28 de marzo de 2010

Los cielos desde mi casa

Quiero aclarar, en primer lugar, que me ha gustado mucho lo que hace Paco Elvira desde su blog. Me refiero a eso de captar imágenes con su cámara desde la ventana de su casa y componer con diferentes luces y motivos sobre los mismos edificios pero que disparan diferentes sensaciones.
Y así, desglosa líneas, fragmentos, gente y también cielos…cielos de su Barcelona. Quizás él lo haga con fines educativos o para debatir ideas. En mi caso no es así o por lo menos no en forma consciente, pero así y todo, me pareció buena idea hacerlo yo también.
Alt Empordà es una comarca tranquila, con bellos paisajes y tramontana. Sin embargo, uno de los elementos más encantadores que tiene son sus cielos….Y si a esto se le suma que tengo mucha suerte de tener un balcón y buenas vistas. Mejor todavía!!
En síntesis... Lo que me lleva a realizar imágenes desde mi balcón es por “culpa” de esos exuberantes cielos que saboreo todos los días y especialmente los del atardecer. Bueno..les dejo unos ejemplos de lo que les digo…hasta pronto!! y feliz primavera!!


Figueres. Detrás entre las nubes Roses y el golfo © Marcelo Caballero


                                                    © Marcelo Caballero


© Marcelo Caballero



© Marcelo Caballero


                                                   © Marcelo Caballero

miércoles, 24 de marzo de 2010

Voces femeninas



Voces Femeninas: un pequeño homenaje a estas luchadoras, verdadero sostén de la economía de estas culturas
Voces femeninas from Marcelo Caballero on Vimeo.

lunes, 22 de marzo de 2010

La diáspora senegalesa en Barcelona




                                                               © Marcelo Caballero


Atraído por la curiosidad y la amistad que tengo con varios músicos senegaleses, el sábado pasado fuí al barrio Santa Catarina de Barcelona para presenciar una jornada titulada “Historia, cultura y retos actuales de la mujer senegalesa” .
La reunión convocada por la Asociacion Catalana de residentes senegaleses fue todo un éxito y me hizo olvidar pronto el gris y el negro que nos tenía acostumbrado el invierno. Allí en ese recinto solo había lugar para los colores, las risas, la buena onda y muchas mujeres senegalesas que iban y venían ataviadas con sus coloridos vestidos tradicionales y que también contó con la presencia de varios curiosos como yo.


                                         © Marcelo Caballero

Al principio me llamó la atención que las expositoras se expresaran en catalan, según ellas por respeto a esta cultura . Y paralelo a ello pusieron énfasis en mantener viva las tradiciones de la cultura de origen. También se explayaron por los derechos de la mujer con una consciencia política muy clara.
Finalmente llegó el momento de la música tradicional por excelencia de Senegal que es el sabar y mi amigo  Sengane Ngom hizo bailar a mucha gente al ritmo de sus tambores.


                                                                         © Marcelo Caballero

En este contexto las prácticas musicales del Sabar desempeñan un papel muy importante en el sostenimiento, conformación y articulación de las redes identidarias de su cultura en el exilio.
Durante estos últimos tiempos, gracias a Sengane pude conocer a muchos jóvenes talentos del Sabar que viven en Barcelona y varios de ellos lo hacen en forma ilegal. Este dato no es menor si se tiene en cuenta que la emigración ilegal desde Senegal no ha bajado.
Poco a poco estos músicos se convirtieron en un emergente colectivo muy activo a nivel musical. Periódicamente realizan espectáculos y recitales en distintos lugares de Barcelona como Sengane que junto con músicos de jazz se ha presentado en el Auditorio, en el Jamboree o en lugares más underground. Y la música sabar a encontrado, de esta manera,  una gran repercusión en los circuitos musicales y artísticos debido a las originales cualidades rítmicas que ofrece el repertorio.




                       Clases de Sabar en Taperplas - Barcelona © Marcelo Caballero



          Junto al JuanmaNieto Quintet  en El Garage - Barcelona © Marcelo Caballero


jueves, 18 de marzo de 2010

Fotografías que inspiran

Cuando Paco Elvira mencionó en la primera edición de Caja Azul que  sus viajes a Irlanda se inspiraron en algunos libros leídos durante su infancia,  muchos de los que estábamos allí presentes coincidimos, me supongo, con la visión de Paco.
 En mi caso, los libros de Emilio Salgari me despertaron la curiosidad por viajar a la India. También Julio Verne con su Capitán de quince años
Durante mi adolescencia,  iba algún domingo de verano con mi familia, a visitar a unos parientes que vivían en un campo al sur de la provincia de Buenos Aires. Y mientras los mayores conversaban y tomaban unos mates, yo me iba a hurgar a un viejo galpón que estaba repleto de revistas antiguas como Time, Selecciones de Reader Digest, Paris Match. Y me preguntaba: ¿como habían llegado allí, en el medio de la nada?.
Así que durante esas tranquilas tardecitas de campo descubrí la famosa fotografía de Henri Cartier Bresson sobre Cachemira  que está aquí abajo y me dije a mi mismo: "allí quiero ir" . Muchos años después, en 1999 viajé a esa región,  en un momento no recomendable para ir. Había terminado otra  nueva guerra en Kargil   y era peligroso. Pero yo fuí igual,  de testarudo que soy. Durante mi estancia allí nació el siguiente relato.



                                          © Henri Cartier Bresson


El Bar del ruso Munner

No sabía que era ruso cuando lo vio por primera vez sentado junto a una improvisada cocina instalada en la calle. Lo supuso así por su gorro negro típico de los hombres de la Siberia. Su figura imponente merecía respeto al igual que la olla donde fritaba samosas, unas especies de empanadillas rebosantes de verduras y picantes.
Se deleitaba observando como preparaba aquellas “empanadas” que de vez en cuando iban a parar a su boca. De naturaleza bizca confundía a los parroquianos que no acertaban nunca a quien observaba: si a ellos o a sus humeantes vegetales.
Quien viaja habituaba llegar cerca del mediodía y se sentaba siempre al fondo del angosto bar. Los lugareños, musulmanes de atuendos pobres, se acostumbraron pronto a verlo. Hasta usaba un poncho típico de la zona prestado por su guía para llamar menos la atención. El ambiente de dureza que se respiraba allí extrañamente lo alegraba, lo transportaba a la antigüedad. Mientras el ruso Munner (así lo llamaban) seguía con su ritual cotidiano.
En una oportunidad quien viaja se enteró que habían matado a dos personas cerca del puente antiguo donde cruzan las heladas aguas del río Jelhum.
Nadie sabía quien era el autor o los autores de esa masacre. Pero a partir de ese episodio todo cambió en el bar. El ruso casi no hablaba ya mirada de los parroquianos se hizo mezquina, escurridiza, hostil para con el extranjero. Hablaban bajo. Las cosas parecían no andar bien en Srinagar.
Tampoco le llamó la atención cuando un día un joven musulmán discutió con el ruso y se fue a los gritos hacia la calle. En la esquina dos personas parecían estar esperándolo. Entrecruzaron algunas palabras, algunos forcejeos y el joven escapó en dirección al puente. Al intentar cruzarlo unos soldados lo sorprendieron. Se resistió, perdió el equilibrio y cayó al suelo. Allí lo patearon como a un animal ante la mirada indiferente de todos los que pasaban por allí.
Cinco minutos después lo vino a buscar un jeep militar y desaparecieron. Al rato todo pareció volver a la normalidad. “No problem, my friend ” le dijo paternalista el ruso al tiempo que le ofrecía una samosa recién fritada.
Ningún diario ni local o nacional hizo eco del hecho al día siguiente. Sólo un periodista de una emisora radial local informó sobre el extraño incidente. Y agregó que aquel joven había muerto durante el enfrentamiento y que la policía estaba investigando el asunto ya que supuestamente pertenece a una célula terrorista pro paquistaní llamada Frente de Liberación Islámica.
Por temor o prevención, quien viaja no volvió al bar al día siguiente. Ni durante toda la semana. No se sorprendió además encontrar tiempo después el bar cerrado. Imaginó por imaginar que el refugio de los militantes separatistas habría cambiado de lugar y abriría sus puertas en otro sitio de esta misteriosa ciudad de Cachemira . Y quizás sin el ruso.

lunes, 8 de marzo de 2010

La última nieve de invierno

Figueres © Marcelo Caballero




   Hacía 17 años que no nevaba en Figueres y resultó histórico observar tanta nieve por las calles en un día tan especial para la mujer y muy a pesar de Catalunya  que soportó un duro temporal, en especial Barcelona y la provincia de Girona...




Ramblas. Figueres© Marcelo Caballero 

Escultura de Dalí - Figueres © Marcelo Caballero

Figueres © Marcelo Caballero

viernes, 5 de marzo de 2010

Una sombra pedaleando por el Alt Empordà

Algunas veces pasa que te encontrás de improviso con una luz espectacular en el lugar menos indicado.
Me sucedió ayer mientras pedaleaba por una hermosa y tranquila campiña cerca de Borrasà, a unos kilómetros de Figueres.
En esos momentos, el cielo estaba casi cubierto por unas voluminosas nubes grises. Se avecinaba lluvia y había que llegar a casa.
De repente, por esas cosas de una naturaleza impredecible, se coló como por una rendija gigante un sol efervescente de iluminación cenital. Y despertó de luz todo el campo que me rodeaba.
Y he aquí la cuestión. No tenía ningún árbol ni nada para contrastar el paisaje. Entonces la sombra de mi bici y yo lograron, en parte este propósito y pedalearon conmigo hasta que el sol se fue.

© Marcelo Caballero

 © Marcelo Caballero

Copyright Marcelo Caballero