Miradas Cómplices constituye un laboratorio de ideas, de reflexiones fotográficas e imágenes que, quizás, encuentren vuestra complicidad.

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lunes, 27 de marzo de 2017

Topógrafos de la calle


Deambular por las calles hasta perderse constituye el principal leit motiv de cualquier fotógrafo urbano contemporáneo que se precie como tal. Las ciudades han crecido desmesuradamente y los fotógrafos de calle, más que nunca, se comportan como auténticos flâneurs de la sociedad actual. Y vaya crisol de imágenes que se está trazando hoy en día a través de miles y miles de atentos creadores visuales de todas las latitudes que vamos conociendo principalmente por redes sociales.


(c) Gustave Caillebotte


Hace muchos años, a Walter Benjamín le gustaba definir al flàneur como aquel personaje que convertía el muro de cualquier edificio en su pupitre, el quiosco de periódicos en su biblioteca y el café en su oficina. En ese sentido me gustaría mencionar a dos grandes fotógrafos (bastante desconocidos por las nuevas generaciones) que no hay olvidar de esa época, a la cual pertenecía el gran pensador alemán.

El primero es el fotógrafo argentino Horacio Coppola, conocido como “el ojo de Buenos Aires” de los años ’30 del siglo pasado.


(C) Horacio_Coppola . Buenos Aires 1936 (Suipacha y Diagonal Norte)

En 1935, la municipalidad de Buenos Aires le encargó a Coppola un libro para celebrar el cuarto centenario de la fundación de la ciudad. Debido a la gran influencia de la Bauhaus, sus fotografías tienen mucho dinamismo debido al buen uso de planos inesperados y perspectivas inusuales, tan vitales hoy en día.


(c) Horacio Coppola. Buenos Aires 1936


El otro flàneur,  al que me quiero referir en este post, es Gabriel Cualladó quien formó parte del mítico grupo AFAL. Y a pesar que ayudó a renovar la fotografía en España a mediados del siglo pasado, las nuevas generaciones casi lo han olvidado y vale la pena comentarles que produjo grandes series fotográficas en su deambular por las calles.


(c) Gabriel Cualladó. Paris 1962

En 1962, gracias al encargo del Comisariado del Turismo Francés, tres zonas de París se convirtieron en el tema central de sus instantáneas.


(c) Gabriel Cualladó. Paris 1962

Y en 1980 y 1981, mientras acompañaba a su mujer en búsqueda de telas antiguas, fotografió como un topógrafo urbano, el Rastro de Madrid.


(c) Gabriel Cualladó. El Rastro, Madrid 1980 - 1981

 Y lo hizo de una manera poco convencional en relación a la composición,  alejada del cliché del género.
 Hasta pronto!



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miércoles, 22 de marzo de 2017

Cortar o no cortar, esa es la cuestión


Aunque, hoy en día, es normal diseccionar formas familiares en los bordes de las imágenes, muchos entusiastas de la fotografía urbana  aún se preguntan en mis talleres si está bien o no cortar brazos, cabezas o pies.


(c) David Alan Harvey. La Habana, años '90 del siglo pasado

Y yo les respondo que sí, que experimenten ya que, según como se manejen las formas en los bordes de una imagen,  definen un contenido más sugerente.  Y así se crean fragmentos o formas desconocidas que nos cuesta reconocer al instante.  Y nos detenemos a observar e  imaginar que hay más allá de la propia fotografía.


(c) Harry Callahan Chicago 1950

Cortar formas familiares añade un plus de potencia visual a la escena y de ello sabían fotógrafos de la New Bauhaus como Harry Callahan o Yasuhiro Ishimoto que se atrevían, en los años ’50 del siglo pasado, con ese tipo de composición.


(c) Yasuhiro Ishimoto. Chicago 1959

Robert Frank también intentaba atreverse a buscar cortes,  en sus trabajos previos que fueron preparando su obra más determinante: The Americans.


(c) Robert Frank. Valencia 1952

Otro gran fotógrafo urbano como William Klein también mostró este camino en las calles de Nueva York.


(c) William Klein. Nueva York 1954

 Y Gonzalo Juanes, aquí en España,  hizo eco de esta influencia cuando se atrevió a realizar este tipo de composición en su famosa serie de Serrano en la Madrid de los años ’60.


(c) Gonzalo Juanes. Madrid 1965

Y posteriormente Cristobal Hara exploró este tema aún más, llevando a límites insospechados y surreales a las escenas callejeras.


(c) Cristobal Hara. De su libro Vanitas, 1999


Además, esos cortes anuncian dinamismo, una característica tan propia de las atmósferas de un espacio público. “Cortar” es algo que siempre debemos tener en cuenta como una variante rica y útil a la hora de salir a la calle.  Reflexionar sobre ello,  en la previa, nos dará mucha imaginación.


(c) Marcelo Caballero. La Habana, 2016




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lunes, 13 de marzo de 2017

Fotos que merecen la pena

El otro día, mientras rebuscaba en los estantes de un local de libros usados, me encontré con  viejos manuales de fotografía de la era analógica que titulaban con la tentadora frase de: “Fotografiar es fácil”.




Tan publicitario título, hoy en día, suena a profecía cumplida ya que está más vigente que nunca y parece que aún, en el futuro, será más fácil.  “Ni tendremos que usar las manos para disparar fotos ("shoot easy" en los manuales ingleses)” señalan los gurús de la informática y todo el mundo los aplaude.
Y también es una “crónica de una muerte anunciada” para la forma de entender la fotografía así como la entienden "los grandes maestros" que desfilan por este blog (los invito) como fantasmas reanimados en la vida virtual,  en este desierto que cada vez se hace más grande… (No me presten mucha atención…me estoy poniendo nostálgico….)




Pero si está en todas partes y todo el tiempo, y es tan fácil de hacer, entonces ¿qué valor tiene?, ¿qué fotos merecen la pena?” señala Paul Graham. Y ahí está la clave de esta historia.
En este hoy, tan visual, en donde las palabras se usan cada vez menos, las fotos que merecen la pena pueden llegar a ser un “rara avis”. Una suerte de entelequia postmoderna, de reciclaje de viejos ideales para mantener un lenguaje (el fotográfico) de pie ante esta tan mentada cultura del “fotografiar es fácil”.


gentileza Machbel

Sigamos pensando en la intuición, en el azar y en el valor de lo instantáneo pero no nos olvidemos que también es bueno, educarse con el trabajo de los grandes maestros y reivindicar que la escritura fotográfica aún piensa en la fotografía en sí misma y no, en sólo comunicar sin otra pretensión.

Hasta pronto!


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lunes, 6 de marzo de 2017

Espacios de silencios


 El fin de semana pasado mientras veía Mulholland Drive  (ya voy por la cuarta vez) volví a pensar en esos espacios públicos de las ciudades tan propios de nuestra contemporaneidad en donde no pasa gente.


 (c) Michael Eastman.  California, 2008

 O mejor dicho, sí se intuye que pasan o que pasaron personas pero que no poseen atractivos para quedarse a "conversar" o para hacer alguna actividad humana. Para decirlo de otra manera, son como agujeros urbanos a los que me gusta llamarlos espacios de silencios y en nuestra sociedad cada vez hay más.


(c) Burk Uzzle

Varios cineastas importantes como Lars Von Triers o Wim Wenders muestran en sus films, muchas escenas en donde estos espacios son protagonistas y que difieren de los “No lugares” enunciados por Marc Augé;  ya que estos últimos son como lugares de tránsito (aeropuertos, estaciones de trenes, buses o gasolineras).


Figueres



En cambio, los espacios de silencio están como ocultos, y a simple vista no llaman la atención: Pero al ser tan “silenciosos” los hacen llamativos para algunos fotógrafos como Andreas Levers.


de su proyecto At Night (c) Andrea Levers

de su proyecto At Night (c) Andrea Levers

Hasta pronto!




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miércoles, 1 de marzo de 2017

Una cámara en el amor

Siempre que se habla de los grandes clásicos de la fotografía de calle, dirigimos la mirada a los años 50 y 60 del siglo pasado con Estados Unidos  a la cabeza (Frank, Friedlander, Winogrand y compañía) o  a la Francia de posguerra (Cartier Bresson y sus amigos humanistas). Sin embargo en muchos otros lugares se “cocía” de igual manera e intensidad una gran cantidad de buenos fotógrafos urbanos que quedaron eclipsados por poderosas cuestiones de marketing de estos polos.
Pero el tiempo pone cada cosa en su sitio y desde este blog, también reivindico desde sus inicios, hace ya 7 años,  el trabajo de “los desconocidos de siempre” o de aquellos fotógrafos que “no están de moda” o que no pertenecen a la órbita anglosajona. Ellos también tienen su propia voz y, en algunos casos, crearon importantes tendencias.

de su libro Amor en la orilla izquierda. Paris (c) Ed van del Eslken


Hoy quiero mencionar a un fotógrafo que, es especialmente conocido en el mundo de la fotografía, pero que las nuevas generaciones de fotógrafos urbanos no lo conocen o no lo aprecian como se debe. Me refiero a Ed Van der Elsken, el más importante fotógrafo urbano de la escuela holandesa de posguerra.



de su libro Amor en la orilla izquierda. Paris (c) Ed van del Eslken

Lo revolucionario de su trabajo es que empleó, en el buen sentido de la palabra, el estilo documental del cinéma vérité:  una mezcla de realidad y ficción para crear una especie de “novela en imágenes".
En ello se emparenta “con aspectos del romanticismo melancólico de Robert Frank - como bien lo describe la New York Times en un artículo de opinión -  con la fascinación dura de Weegee con la parte inferior de la vida de la ciudad”.


de su libro Amor en la orilla izquierda. Paris (c) Ed van del Eslken

Aunque su nombre no sea muy familiar, prestigiosos fotógrafos como Nan Goldin o Nobuyoshi Araki lo han señalado como una influencia directa en sus trabajos.
Van der Elskenfotografiaba por una necesidad” señala Goldin conocida principalmente por su trabajo “La Balada de la Dependencia Sexual”;  en donde, como lo hacía el fotógrafo holandés, ha creado una especie de documento de su propia vida fotografiando “las personas que, o bien fueron mis amantes o me quieren como amantes” concluye.


(c) Nan Goldin


Ed Van der Elsken también incursionó, con éxito, en el mundo del cine y para ello, deseo compartir con ustedes una recopilación de documentales en blanco y negro realizada en los años 50 y 60, que fueron presentadas en una expo comisariada por Martin Parr en el 2005 en Amsterdam.


Founded Footage

Actualmente, el fotógrafo holandés vuelve a estar en foco. En Amsterdam se está realizando una retrospectiva de su obra: Ed van der Elsken– Cámara in love y en el 2018, estará en Madrid, a través de la Fundación Mapfre.




Hasta pronto


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