Miradas Cómplices constituye un laboratorio de ideas, de reflexiones fotográficas e imágenes que, quizás, encuentren vuestra complicidad.

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sábado, 28 de agosto de 2010

Entre la foca y el payaso de circo

El estatus del fotógrafo se encuentra entre la foca y el payaso del circo
Xavier Miserachs
(Citado por Rafael Badía en Espacio Público – Terra de Ningú – Abril 2010)

De vez en cuando vuelvo a escuchar y ver el video sobre la lúcida conferencia que brindó Rafael Badia en Terra de Ningu y me sirve para reafirmar o refrescar ciertos fundamentos de la teoría y práctica de la fotografía de calle. Un subgénero o estilo de la fotografía de reportaje poco conocido, si no menospreciado, por buena parte de los reporteros contemporáneos y que aún no tiene tradición en España.
Esta desconfianza en el otro, “en ése que hace fotos”, - señalaba Badia en la ponencia - tal vez pudiera explicar la falta de tradición de fotografía de calle en España. Quizás 40 años de franquismo, de estado policial (con afirmaciones estentóreas, como el celebérrimo “la calle es mía” de Manuel Fraga Iribarne, cuando era ministro del Interior), hayan influido sobremanera en una sociedad que todavía no entiende el hecho lúdico de fotografiar en la vía pública porque sí, sin finalidad aparente, salvo que seas un turista”.
Una fotografía de calle - según Badía - es una imagen espontánea encontrada al azar; no buscada y el fotógrafo debe salir con el espíritu abierto. “ Y se debe comportar como un cazador–recolector que vaga durante horas y estar muy atento”
Otro aspecto que rescato de esta declaración de principios que fue la ponencia es que no  debe montarse la imagen o prepararse la escena. No es lo mismo “fotografía de calle” que “fotografía en la calle” ya que la primera tiene como tema y escenario la calle en sí misma y la segunda sale a la misma con un tema específico. Allí radica una de las grandes diferencia entre ambas.
La clave de todo ello es ser discreto y el campo de acción evidentemente son las grandes ciudades ya que puedes fundirte en el anonimato.
Pero también se puede hacer fotografía de calle en pequeños centros urbanos – y esto lo digo como una variante a tener en cuenta – que tienen mucha vida social en verano como es el caso de Cadaques. Ya hablaré de ello con Rafa…A continuación les muestro algunos ejemplos de todo ello realizado hace unos pocos días en tan bello balneario de la Costa Brava.

 




lunes, 23 de agosto de 2010

Ciudades inventadas

Catedral Metropolitana de Nossa Senhora Aparecida - Brasilia - Brasil
Hay libros que se interiorizan en nuestras vidas como sombras inquietantes, provocadoras y se “entrometen” como un amigo invisible en nuestra cotidianeidad. Y, sin darte cuenta, adquieres ciertos imaginarios simbólicos que pueden acompañarte de una manera natural en, por ejemplo, los siempre bienvenidos paseos urbanos.
A mi me agrada pasear por largas horas en ciudades desconocidas. Aunque si ya las conozco o vivo en ellas trato de dejarme llevar por la incertidumbre que deparan las caminatas llenas o vacías de gente, las atmósferas, arquitectura, cafés, espacios públicos, gastronomía. Tanto de día como de noche las ciudades siempre muestran algo o están ausentes de algo.
Desde que un gran amigo y librero argentino me regaló, hace 10 años, Las Ciudades Invisibles de Italo Calvino, mis paseos cobraron otra dimensión gracias a los conocimientos de este libro que me ayudaron a entender ciertos imaginarios urbanos latentes o, quizás, mágicos que toda ciudad tiene y hay que descubrir.
Este genial escritor italiano explicó algo de todo ello en una conferencia en 1983 para los estudiantes de la Graduate Writing División de la Columbio University de Nueva York.
Calvino señaló que “lo que el libro evoca no es sólo una idea atemporal de la ciudad, sino que desarrolla, de manera unas veces implícita y otras explícita, una discusión sobre la ciudad moderna. A juzgar por lo que me dicen algunos amigos urbanistas, el libro toca sus problemáticas en varios puntos y esto no es casualidad porque el trasfondo es el mismo. Y la metrópoli de los big numbers no aparece sólo al final de mi libro; incluso lo que parece evocación de una ciudad arcaica sólo tiene sentido en la medida en que está pensado y escrito con la ciudad de hoy delante de los ojos”.
Desde entonces las plásticas y descriptivas explicaciones de las ciudades imaginadas por Calvino se entremezclan en mis visitas a cualquier ciudad y me sirven para reconocerlas o desconocerlas un poco más.
Casualmente cuando visité Brasilia, una ciudad inventada en 1960 por el urbanista Lúcio Costa y el arquitecto Oscar Niemeyer para ser la nueva capital de Brasil, los imaginarios de Calvino se hicieron presente con mucha fuerza.
Brasilia me dio la sensación inicial de estar construida como una visión arquitectónica del futuro de la humanidad aparentemente ausente de gente, de atmósferas, de cafés… y a pesar de tener una población de más de dos millones de personas, la gigantesca área gubernamental la presentía huérfana de voces humanas.
Mientras la recorría, evoqué una de las ciudades invisibles de Calvino que cito a continuación:


Dois Candangos. 1959 - Bruno Giorgi - Brasilia
                                                                     
 LAS CIUDADES Y LA MEMORIA. 2

Al hombre que cabalga largamente por tierras selváticas le acomete el deseo de una ciudad. Finalmente llega a Isadora, ciudad donde los palacios tienen escaleras de caracol incrustadas de caracoles marinos, donde se fabrican según las reglas del arte catalejos y violines, donde cuando el forastero está indeciso entre dos mujeres encuentra siempre una tercera, donde las riñas de gallos degeneran en peleas sangrientas entre los apostadores. Pensaba en todas estas cosas cuando deseaba una ciudad. Isadora es, pues, la ciudad de sus sueños; con una diferencia. La ciudad soñada lo contenía joven; a Isadora llega a avanzada edad. En la plaza está la pequeña pared de los viejos que miran pasar la juventud; el hombre está sentado en fila con ellos. Los deseos son ya recuerdos.



Congreso Nacional de Brasil - Brasilia



Congreso Nacional de Brasil - Brasilia

Interior de la Catedral Metropolitana - Brasilia 

lunes, 16 de agosto de 2010

No todo es blanco sobre negro. Reflexiones sobre un libro de color

La biblioteca es una gran aliado cuando los bolsillos escasean y los precios de los libros de fotografía, en muchos casos, no son tan accesibles, por no decir caros.
Durante este tórrido verano empordanès, mi casa está repleta de libros de fotografía prestados y de lo más variado. Desde Annie Leibovitz, pasando por Elliot ErwittEd Van der Ersken, Alberto KordaEllen Auerbach y otros.
Pero de todos ellos, hay uno que quiero destacar especialmente y si me permiten, explayarme un poco. Ya que creo que es imprescindible para entender una evolución y en este caso de la fotografía en color. Y por otro lado, ignoro la existencia de otros libros en castellano sobre este tema (si alguien conoce otros, me encantaría saberlo). Eso lo hace más que recomendable.
Se trata de Cien años de fotografía en color. Del autocromo al Digital. La autora es Pamela Roberts y lo editó Electa acertadamente en el 2007. Ya que un siglo antes, los hermanos Lumiére lanzaron oficialmente el primer proceso de color: el autocromo a un mercado impaciente. Y empezó la puja, el eterno debate (que no acabó aún) entre el blanco y negro y el color.
El blanco y negro fue siempre un aliado del fotoperiodismo y de la fotografía social o documental. Aunque en las últimas décadas muchos se han pasado al color debido a su desarrollo y estética. Maestros de la fotografía como Ernst Haas,  Saul LeiterTony Ray-JonesSteve McCurry , entre otros, han utilizado el color de una manera satisfactoria y han jerarquizado su uso. Aunque cabe reflexionar,  hoy en día, si el color digital vulgariza la expresión fotográfica en el mal uso o manipulación en exceso con programas como PhotoShop y otros programas informáticos.

Saul Leiter - 1957

Alburquerque - Nueva México. Ernst Hass 1969
Snowy Far - Tony Ray - Jones 1970

Jodphur - India- Steve McCurry 
El libro, con más de 300 imágenes, en muchos casos, claves para entender la evolución del color, abre las puertas para una exhaustiva descripción histórica de las técnicas que se usaron desde un principio. Y también narra cómo se insertó el color en revistas, publicidades de época.
En este sentido, se describe la irrupción, en 1925, de la diapositiva Kodachrome de 35 mm como un punto de inflexión y que agilizó poco a poco el uso del color para cualquier fotógrafo aficionado. Aunque el blanco y negro seguía siendo el camino para los fotógrafos profesionales;  tuvieron que pasar muchos años más , mediados de la década del cincuenta, cuando empezó su verdadera madurez y aceptación.
Luego de varios capítulos de útil información histórica; en la página 184 la autora reflexiona de una manera crucial sobre la dicotomía del color y el blanco y negro: “ en 1989, se celebró el 150 aniversario de la invención de la fotografía, un acontecimiento festejado en todos los museos del mundo. Pero casi ninguna de las principales exposiciones retrospectivas, con sus correspondientes catálogos voluminosos, recogió muchas fotografías en color…realizadas en las ocho décadas intermedias, a pesar que el color ya estaba presente en más de la mitad de esos 150 años”. Toda una declaración de principios de Pamela Roberts.
En síntesis, vale la pena adentrarse en sus 257 páginas aunque sea como préstamo bibliotecario y, muy a pesar del último capítulo, dedicado a lo digital y que es bastante inconsistente y discutible en cuanto a contenido o selección de imágenes.

sábado, 14 de agosto de 2010

Excursión a la cima de Catalunya. Relato de un montañero inocente. Última parte

Señales de los camino en los Pirineos

El devenir de ese primer día de montaña: silencio, belleza y algunos sufrimientos, dio paso a una excursión que poco a poco fue convirtiéndose en algo más social, más extrovertida. Y también cambió mi actitud. Ya que pudimos acomodar la mochila que tenía en el pecho y de esa manera caminé más tranquilo, práctico con la cámara detrás.


                                                                   Amanecer cerca del Refugio Fourcat


La mañana transcurría y nos acostumbramos a observar cada vez más paseantes de todo tipo que excursionaban por distintos senderos de las montañas.
-  Hoy es domingo y como todo verano, los caminos se congestionan - me señaló Francesc con su acostumbrada experiencia – esto, a veces, puede traer problemas. En una oportunidad presencié la muerte de una persona. Cayó una piedra desde arriba con tanta mala suerte que le pegó en la cabeza.
Por suerte nada nos pasó. Y desfilamos por largos valles, entre montañas espectaculares y laberínticas bajadas por bosques de pinos y frambuesas degustadas a la vera del camino. Enseguida nos topamos con hermosos pueblecitos de montaña y con la encantadora compañía de una vieja amiga de Francesc: Eugénie Denjean que con sus 86 años regentea con su hija una casa rural y un café en el pintoresco caserío de Mounicou.
A la tarde llegó la etapa más dura: debimos ascender cerca de 1000 metros por interminables y duros senderos para llegar al refugio de Pinet (Francia) ubicado a 2246 metros donde descansamos y nos preparamos para el objetivo deseado: la Pica d'Estats.



Refugio de Pinet - Francia
¡Vamos a la Pica!

La vida cotidiana del refugio se desarrollaba entre alegre y distendida. Había animosidad y me sorprendió observar tantos niños, adolescentes y familias enteras agrupadas en el gran salón durante la cena. Después de comer, el dueño y los cocineros se transformaron en improvisados músicos y animaron una pequeña fiesta con guitarras y violines mientras cantábamos viejas canciones populares.




La frescura del amanecer nos regocijó antes de emprender la trepada...

Desde el refugio Pinet - Francia

Como dije en el post anterior, la excursión a esta montaña se convirtió en un verdadero desfiladero de catalanes y también de otras nacionalidades que se aprestaban a recorrer despacio el duro sendero de acercamiento.

 
 



Un poco más de la mitad de camino, el sendero se bifurca hacia el Montcalm que con sus 3077 metros oficia de espectacular mirador de la Pica d’Estats como se puede apreciar aquí en esta imagen.



La Pica d'Estats a la izquierda desde el Moncalm


-¡Vamos, ya estás cerca, argentino! me dicen animosos Francesc y David durante los últimos metros-  La cima estaba a un palmo y decidí entonces dejar la mochila en el camino para llegar sólo con mi cámara.
Ya en la cima, pude observar que la misma se convirtía en una pequeña y bulliciosa aldea de montaña donde cualquier cosa puede ocurrir...










¡Finalmente era hora de retratarnos juntos luego de los tres intensos días vividos!


Francesc, David y yo




jueves, 12 de agosto de 2010

Excursión a la cima de Catalunya. Relato de un montañero inocente

En primer lugar,  les confieso que no soy montañista ni nada que se le parezca. Me gusta disfrutar de lo social que pueda tener un ámbito rural. Y, a través de mi cámara y mis palabras, trato de documentar lo que pasa con el ser humano como centro de atención. En otras palabras, adoro la naturaleza y a la gente que la quiere y la respeta sea tanto un pastor, locales o paseantes comprometidos con la natura.
Digo todo esto - ¡sin el mínimo deseo que se convierta en un aburrido prólogo! – para comentarles que la semana pasada me invitaron a realizar una “plácida excursión” a la montaña.
- ¿estás haciendo ejercicios, Marcelo? – me preguntó Francesc Masó.
- ¡Claro, hombre!. Salgo a correr dos o tres veces por semana – le contesté orgulloso por teléfono.
- Ahh..muy bien!!!. ¡Entonces estás preparado!. Yo por mi parte estoy un poco excedido de peso – me señaló muy serio- tendrás que tenerme paciencia . A primera hora de mañana partimos.
Yo que ya lo conocía, sabía que lo decía en tono bromista pero no sabía hasta que punto. Francesc es todo un peregrino de la montaña, conoce muy bien los Pirineos y entre su curriculum cabe destacar que escaló el Mont Blanc, el peligroso y difícil  McKinley (Alaska) y guía contingentes de personas por senderos de todo el mundo a través de la agencia Giroguies.
Me seducía la idea de subir la Pica d'Estats que con sus 3.143 metros, es la montaña más alta de los Pirineos catalanes. Y yo acepté encantado porque era todo un reto para mí.
También sabía que en el imaginario del alpinista o excursionista catalán es un objetivo deseado y además , durante los días de verano, los duros caminos de acercamiento a esta montaña se convierten en auténticas procesiones de catalanes y también de otras nacionalidades. Y allí radicaba mi verdadera atención: como la naturaleza y las personas se unían para pasar un tiempo intenso y diferente.
Desde esa pespectiva para mi también lo fue. Pero lo que yo desconocía en ese entonces y recién tomé total consciencia de ello casi al final de la “excursión” era que Francesc, me iba a hacer recorrer 5.000 metros de ascensión acumulados, 55 km. de caminata y todo ello en cuatro días.
Pero..déjenme que les explique, poco a poco, como fue evolucionando mi aventura de montañero inocente…

Odine - Arcalis (Andorra). Punto de Partida

Arsalis - Andorra - Reflejo de Francesc
- Esto lo sacamos (unas sandalias), esto también (una botella de ciclismo) ¿pero, para qué llevás tantas cosas?, ¿y ese trípode? – me señaló el guía catalán al ver mi mochila en el parking de estacionamiento de Arsalis.
No!- contesté medio desesperado – el trípode, no!-
Había planificado cuidadosamente la noche anterior que era lo que tenía que llevar. Y ante sus ojos, yo iba con mucho peso y encima llevaba otra mochila más pequeña en mi pecho con mi cámara Nikon que pesa un kilo y medio.
Luego, me sugirió: - “Tienes que encontrarle una solución a todo ello..ya verás como te pesará más adelante” . Y yo tozudo como soy, le dije que no iba a tener problemas. ¡Y vaya si los tuve!
Como lo expresé anteriormente, Francesc eligió un camino largo y sinuoso como la canción de Los Beatles. Los senderos de alta montaña eran realmente eternos. En seguida vislumbramos zonas aledañas, descongestionadas de excursionistas. Recorrimos como cabritas (yo como tortuga) , siempre en subida, zonas menos turísticas, por llamarlo de alguna manera, donde abundaban estanques, lagunas bien azules y picos próximos a los 3000 metros.

Gran estanque Fourcat - Ariège - Francia
Como adaptación y preparación, estaba muy bien la tentativa. Pero la parte negativa de todo ello, era que mis pies y mi cuerpo empezaron a sufrir mucho. Demasiado. Y ya me había caido torpemente varias veces.
Pero mi torpeza y la dureza de la caminata se equilibraba con la majestuosidad del lugar que no todos los días se puede realizar.
De esa manera, coronamos junto a él y David, el fisioterapeuta del grupo, el Étang Fourcat (2859 mnsm) y el Tristaina (2878 mnsm).

David y Francesc en la cima del Tristaina - Francia
Fourcat - Francia
 Finalmente bajamos a dormir a los pies de estos cordones montañosos junto al bellísimo estanque Fourcat, en un aislado refugio ubicado en el departamento francés de Ariège.

Refugio Fourcat - Francia
- Te has portado muy bien, Marcelo. Vamos a brindar con un buen vaso de vino tinto. ¡Yo los invito! – señaló Francesc jocoso durante la ansiada cena en el refugio.
Esa noche me desperté varias veces. Estaba más que cansado. Pero me consolaba pensar que estábamos más cerca de la Pica D`Estat.
Pero faltaban aún dos días más de marcha, cruzar un montón de collados (paso o depresiones por donde se puede pasar con cierta facilidad de un lado al otro de las montañas) y varios desniveles.
Aventuras y desventuras en el bellísimo Pirineo oriental que se las terminaré de contar dentro de dos días...aunque me imagino que se irán haciendo alguna idea de lo que ocurrirá, no?. Hasta pronto!!!

viernes, 6 de agosto de 2010

Atardeceres en lugares equivocados

En algunas oportunidades….(a mi últimamente me ocurre más de lo normal) uno no se encuentra en el lugar soñado para realizar algunas fotografías de atardeceres. Para muchos de los que nos agrada la luz cenital, buscamos ciertos gustos o estéticas para plasmarlos y también ciertos motivos físicos.
Durante estos últimos días, me tocó vivir algunos de esos hermosos crepúsculos pero dentro de un automóvil y como verán, también tiene lo suyo pero están armadas (las imágenes, claro) con composiciones de emergencia al no estar justamente en el lugar preferido con antelación.
Estos son algunos de esos ejemplos:

...nos invitaron a una cena, había una maravillosa luz en los campos pero no había tiempo para parar..

Rumbo a Fortiá - Alt Empordà - Catalunya
..en este caso ibamos al Festival de Música de Peralada y le dije a mi compañera Dolors si podía parar un segundo....¡algo había que hacer!...
Rumbo a Peralada - Alt Empordà - Catalunya
...en otra ocasión,  regresábamos del Parque Natural Cap de Creus y el atardecer nos sorprendió en medio de una autopista cerca de Figueres...había que improvisar..

Rumbo a Figueres - Catalunya
..por último ya estábamos casi en casa. Cansado de perderme otro atardecer, había que seguir improvisando desde el auto una vez más...
Figueres - Catalunya

lunes, 2 de agosto de 2010

Un viajero romántico en alta mar


Desde que lo conocí a Alex en la vieja Katmandú de Nepal, me despertó una suerte de empatía natural hacia él, debido - en gran parte - al auténtico y particular magnetismo que destilaba.
Mientras caminábamos por las callejuelas de Thamel nos preguntábamos que cuernos hacíamos allí y como y porqué habíamos llegado. Y él, a mitad de camino entre la timidez y una audacia en ciernes, me contó que un día decidíó comenzar a viajar sin planes inmediatos a la vista;  sólo dejándose llevar por las incertidumbres de un largo viaje. De esa manera recorrió unos 40.000 km. Y, entre trenes, buses, coches y algunos carruajes, había deambulado por más de un año por Siberia, Rusia, Irán, China, Tibet, Pakistán, Uzbekistán y otros países de la extinta Unión Soviética.
Un tiempo después, nos volvimos a encontrar pero en su Barcelona natal. En esa ocasión, Alex ofició de anfitrión y yo de “okupa” en su piso de Ronda Sant Antoni por unos días, antes de emprender mi vuelta a Argentina. También, luego de un largo año viajando por Oriente.
Y pasaron unos años sin saber nada, absolutamente nada de él. Hasta que hace unos días recibí un email. Me contaba en la carta que se encontraba en Alaska. Pero en esta ocasión su viaje lo estaba haciendo por el mar.

Alex
“Llevo un año viajando por el océano Pacifico, por mar, pues volar solo vuelan los pajaros y los turistas. Llegué a Nueva Caledonia desde Barcelona. Allí estuve 4 meses laburando y viajando por esas sorprendentes tierras y a navegar, en barco stop, de barco en barco” señala Alex en su carta.
Sus ansias de viajar lo llevaron a "hacer dedo" a cualquier tipo de embarcación con tal de avanzar y hasta ahora lleva 10.000 millas náuticas navegadas. En el medio, se encontró con diferentes islas y culturas: Salomón, FiyiTuvaluNauru, Kiribati, Isla de Navidad, Fanning, Hawaii.
Islas Salomón
Desde hace unas semanas está en Nome, Alaska, uno de los lugares mas recónditos de la tierra. Allí deambula por el puerto “ a la caza de algún barco que me lleve hacia la costa este (USA) por el legendario pasaje del norte y aunque esta dificil hay que morir con las botas puestas” dice Alex.
Sin embargo,  mientras espera, tiene tiempo para iniciar alguna aventurilla muy propias de él. “ Por aqui me dio por la fiebre del oro y en unos dias parto con un anciano buscador y decadente soñador hacia el Océano Ártico, donde me ha prometido que conoce un lugar en el que hay mas oro que en El Dorado..veremos...De ahi, sino encuentro barco, tiraré por tierra cruzando Canadá para llegar a NuevaYork.”.


Por último, deseo hacer una petición a algún lector cómplice. Si alguien está interesado en ayudarle con alguna información útil o solamente lo quiere saludar y darle estímulos para seguir con esta aventura no tiene más que escribirle a este email: elmelitoviajero@yahoo.es . ¡Muchas gracias!