Miradas Cómplices constituye un laboratorio de ideas, de reflexiones fotográficas e imágenes que, quizás, encuentren vuestra complicidad.

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lunes, 29 de febrero de 2016

La esencia es cosa de bordes


“La realidad se nos presenta en forma de eterno devenir; se hace o deshace, nunca está hecha”
 Henri Bergson


Cuando la fotografía deja de ser meramente un hecho descriptivo para comenzar a sugerir, es cuando empiezo a disfrutar.
Pero si se capta la esencia de un lugar,  alrededor de los bordes de una escena, comienzo a emocionarme porque ese tipo de fotografía tiene ya una licencia, una identidad visual mayor.
En ello pensaba cuando visionaba ayer, fotografías que David Alan Harvey hizo en Cuba.


La Habana 1998 © David Alan Harvey

La Habana 1998 © David Alan Harvey

A mi entender, transmiten  la esencia (desde el singular punto de vista del fotógrafo)  en un magistral dominio de exclusión en la composición,  en plan sugerir.


La Habana 1998 © David Alan Harvey

La Habana 1998 © David Alan Harvey


Y siguiendo con Cuba, también visioné algunas imágenes de Ernesto Bazán que sirven para seguir un poco más con esta idea, fundamental de composición.


© Ernesto Bazán

© Ernesto Bazán


Composiciones sugerentes que, desde mi óptica,  no pasan indiferentes al observador y lo estimulan a participar activamente en la lectura de imagen.


© Ernesto Bazán

Allí, en esa retroalimentación con quien observa,  se recrea la socialización que la buena fotografía posee y que también:  emociona y crea imaginarios de ese entorno que el fotógrafo recorta en un rectángulo.


© Ernesto Bazán

Por eso, y como si se tratara de un mantra:  prestar  atención a lo que pasa en los bordes, radica buena parte del poder latente que tiene una imagen.
Como decía Navia, la fotografía es una cuestión técnica. Pero utilizar los dispositivos fotográficos con la sensibilidad e interés adecuado es crucial para excluir elementos, o para darle importancia e interaccionar en ciertas formas, en ciertos colores, en ciertas líneas que,  al fin y al cabo, tienen que ver con la construcción de la imagen. Y si lo pensamos desde el marco, desde el borde, vamos por buen camino.
Hasta pronto!




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miércoles, 24 de febrero de 2016

El ojo del niño


Muchas veces, decimos que el fotógrafo se hace, a través de los años, de la experiencia, de los conocimientos adquiridos. Y algunos,  tan idóneos como Joel Meyerowitz creen que todo comienza en saber transmitir a los chavales el disfrute de la fotografía. Un camino muy necesario y útil en estos tiempos donde lo visual  tiene un protagonismo excluyente en el entorno cotidiano del niño.









Llevado de la mano de Aperture, se publicará en junio SeeingThings: A Kid’s Guide to Looking at Photographs, un guía escrita por Joel Meyerowitz y dirigida a niños entre las edades de 9 a 12 años.
“Una maravillosa introducción a la fotografía que se pregunta como los fotógrafos transforman lo ordinario en momentos extraordinarios” señala Aperture en su web.













El libro mostrará, de una manera didáctica y gráfica, imágenes de William Eggleston, Atget, Helen Levitt, Henri Cartier Bresson, Walker Evans y otros.




Cada imagen va acompañada de un breve comentario que anima a los potenciales lectores a comprender las ideas claves de la fotografía como la luz, el gesto, la composición y su entorno.




En una entrevista, Meyerowitz comenta que su acercamiento a la fotografía se produjo gracias a su padre que le enseñó entre otras cosas a Chaplin y a los hermanos Marx. Sin embargo, el boxeo fue lo que más aprendió de su padre. Deporte que no sólo lo ayudo a defenderse en la calle, sino que los movimientos de los boxeadores los proyectó en la gente de la calle para entender sus actitudes. Así comenzó a percibir el mundo, su sentido del tiempo. “Pienso también en los cómics, las cosas continúan de una casilla a otra. Cada generación tiene un recurso diferente. Todo ello refleja una aventura picaresca que se está desplegando ante mi. Sin prejuicios o ideas preconcebidas de lo que voy a encontrar”.

Hasta pronto!



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lunes, 22 de febrero de 2016

Espacios de silencio

“Quizás yo no sea muy humano. Mi deseo era pintar la luz del sol sobre una pared” 
Edward Hopper


En Miradas Cómplices hemos hablado, en varias oportunidades a lo largo de estos años, sobre el simbolismo estético de los cuadros de Hopper y la clara influencia e inspiración que generó en fotógrafos, especialmente americanos, durante el siglo pasado.
En ese contexto, en donde Estados Unidos entraba en la fase de gran industrialización, Hopper se centró en la estética del silencio como crítica social y para transgredir “el sueño americano”;  y es allí donde radicó su revolución pictórica.


Habitaciones junto al mar, 1951 © Edward Hopper

En esta nota quiero centrarme en esos espacios sin presencia humana de algunas pinturas de Hopper donde el silencio se recrea entre vistas interiores y exteriores que el pintor realista representa a menudo como cuadros dentro del cuadro; y, en general, sus composiciones no son reproducciones de lo visible: remiten a rupturas de la realidad.


Sun in a empty room, 1963 © Edward Hopper

“Los espacios pintados por Hopper hablan de limitaciones y tensiones, y convierten el silencio, en gestos de los cuadros mismos” señala Rolf Günter Renner, un especialista de su obra.


Seven am 1948 © Edward Hopper 

Esos silencios sugieren intersticios que no pueden describirse y revelan espacios en tensión latente donde la luz crea una falsa impresión de tranquilidad que ha de entenderse como una singular reacción a la realidad social.


Farmacia, 1927 © Edward Hopper 

Hopper de alguna manera ilustra el lado gótico del espíritu americano: vacía, sola y vasta.


Primeras horas de una mañana de domingo, 1930 © Edward Hopper

Escenas de abandono real y soledad urbana se suceden en varias de las siguientes fotografías.


© Joel Meyerowitz


“ A mucha gente le gusta Hopper por sus narrativas implícitas, la sugerencia de una historia sobre la persona sola en una habitación, pero no es de particular interés para mi. – señala Stephen Shore a NewYork Times – Lo que me parece más interesante es la forma en cómo utiliza la luz para definir la masa y los espacios de los edificios”.


Baton Rouge, 1998 © Lee Friedlander


Gull Lake, Saskatchewan 1974 © Stephen Shore


Texas 1983 © Wim Wenders

The American 1956 © Robert Frank

¿Hay alguien más en la pintura estadounidense que hace que la luz sea fundamental para interiorizar la sensación de aislamiento americano?, pregunta Robert Adams en la misma nota de New York Times.


1969 © Walker Evans 

Downtown Morton, Mississippi 1970 © William Eggleston


 Hasta pronto!



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miércoles, 17 de febrero de 2016

Dos fotógrafos urbanos unidos al color por casualidad

Los dos expresaban su mirada fotográfica a través de la estética del blanco y negro. Los dos elevaron la fotografía urbana a la categoría documental en la década del ’60 del siglo pasado. Los dos, muy jóvenes,  deambulaban por las calles de Nueva York en busca de escenas callejeras y de portfolio. Los dos fueron unos “tapados” en el uso del  color, y coquetearon con su estética en una época en la que el color estaba reservado solo para la publicidad, la moda y el viaje. Y, por lo que muestran dos libros recientes,  no lo hicieron tan mal.
Me refiero a dos grandes pioneros de este subgénero documental: Tony Ray Jones y Tod Papageorge.
Hace un par de años, la editorial Mack publicó las fotografías que hizo Ray Jones en Nueva York entre 1962 y 1963.

Nueva York © Tony Ray Jones

Nueva York © Tony Ray Jones

 El genial fotógrafo inglés recién estaba comenzando su carrera fotográfica y experimentar con el color, en su búsqueda documental por las calles neoyorquinas,  fue positivo para su evolución según su opinión y que se truncó por su muerte prematura.


Nueva York © Tony Ray Jones

El mismo caso fue el de Tod Papageorge. Un libro que publica Steidl este año, recoge sus fotografías realizadas en la Gran Manzana entre 1967 y 1968. 


Nueva York © Tod Papageorge

Nueva York © Tod Papageorge

Papageorge, con sólo 25 años y una billetera escasa, compró unos cuantos carretes de Kodakchrome se aventuró en la fotografía de calle a color y así poder presentar su trabajo en alguna agencia.


Nueva York © Tod Papageorge


Lo interesante de este trabajo es que el americano logró unas poderosas fotografías que no tenían nada que envidiarle a su trabajo en blanco y negro.


Nueva York © Tod Papageorge


Con el tiempo, Papageorge volvió al color y resultado de ello, en el 2010 la editorial Puctum publicó un pequeño pero novedoso libro (en su diseño): Opera Cittá que trata,  sobre su deambular fotográfico por Roma un año antes.





Seguramente que Ray Jones habría hecho lo mismo. Si viviera, hubiera vuelto al color.
Hasta pronto!



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lunes, 15 de febrero de 2016

Sentido del movimiento e islas de calma


Gare Saint-Lazare. Paris 1956 © Frank Horvat


  Esta fue la primer imagen que conocí de Frank Horvat ( bastante desconocido por las nuevas generaciones pero que fue una parte importante de la llamada fotografía humanista francesa de los ’50 liderada por Cartier Bresson, Robert Doisneau, Marc Riboud, Willy Ronis y otros).
Lo que realmente me encantó de esta imagen fue la sensación de movimiento y la energía que fluye entre las pocas islas de calma. En esas aisladas figuras pudo descansar un rato mi ojo.
De alguna manera, esta imagen de Horvat me abre la puerta para comentar sobre otras fotografías que cuelan ese sentido de movimiento que tanto me sugieren sobre superpoblación, cosmopolitismo y grandes ciudades.










La fotografía de Horvat está hermanada en utilización de plano (picado) y con ese peculiar y vertiginoso movimiento con la de Sebastiao Salgado. Una fotografía que llevaba en mente cuando arribé a la frenética estación Victoria de Delhi hace ya unos años.

© Sebastiao Salgado


En color, la profundidad de ese movimiento no cambia. Al contrario, se amplifica como la realizada por Raghu Rai en el mercado Jama Masjid de Delhi.. Aunque,  en este caso, más que una isla es un archipiélago de calma.


Jama Masjid Market, Delhi 2005 © Raghu Rai

Un efecto de composición que se contrapone con el frenético día a día de esta populosa ciudad india en donde viven alrededor de 100.000 personas en forma permanente en las calles.


San Petersburgo © Alexey Titarenko

Ahora me quiero parar un rato en Alexei Titarenko que hizo de este tipo de fotografías un signo de identidad.


de su serie Ciudad de Sombras (1992 - 1994) © Alexey Titarenko

Este fotógrafo urbano ruso sabe como transmitir,  con largas exposiciones, la poderosa energía y el movimiento desenfrenado de una sociedad rusa en pleno proceso de cambio, allá por los ’90 del siglo pasado.


de su serie Ciudad de Sombras © Alexey Titarenko


En este ejercicio por recordar imágenes con un fuerte sentido de movimiento, dos fotografías de Trent Parke,  de su precioso trabajo Minutes to Midnight, me vienen a la mente.

Añadir leyenda

Unidas en una puesta en página excelente en el libro,  el sentido del movimiento fluye de una manera trepidante en las grandes ciudades australianas.

 Hasta pronto!





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viernes, 12 de febrero de 2016

Hacer algo que dure para siempre

Las fotografías de Sylvia Plachy poseen esa poesía visual que de tanto “leerlas” se vuelven etéreas y perduran en el tiempo como una melodía que sigue sonando en mi cabeza.
Plachy en el catálogo “De Reojo, out of the corner of my eye” (La Fábrica 2007) reflexiona sobre su fotografía y algunas vivencias que me gustaría compartir con ustedes porque creo que vale la pena. Espero que la disfruten tanto como yo.


El perro del ermitaño 1993 © Sylvia Plachy

Budapest 1991 © Sylvia Plachy








“La vida y el arte tiraban de mi en direcciones opuestas y aún lo siguen haciendo. Pero ahora, después de 25 años haciendo fotos, mi cuerpo se pliega a sus demandas. Estrábica, ya no sigo caminos paralelos; mi ojo derecho busca, hambriento, visiones, mientras mi ojo izquierdo se encarga de que no tropiece. Llevo conmigo esos pesos pesados, mis cámaras, a donde quiera que vaya. Quizá, sin anclas, flotaría”.



“Diez noches antes de morir; mi amigo, el maestro de la fotografía André Kertész, tropezó y cayó al suelo cuando volvía a la cama después de apagar la luz del pasillo. Como tenía 91 años y fiebre, no tuvo fuerzas para levantarse, y se quedó dormido allí mismo, sobre el suelo de su apartamento. Cuando el alba, abrió los ojos: <<¡Qué curioso! Qué luz tan agradable…Qué perspectiva tan interesante.¿Dónde estoy?>>”


© André Kertész

“A veces cuando menos lo espero, veo una escena que ya había visto antes en una fotografía de Kertész, Lartigue o Sander. Y aunque a veces dudo, hago la foto como una forma de quitarme el sombrero ante un maestro”.


New York 1988 © Sylvia Plachy


“En una sesión fotográfica, ofrecemos nuestra mejor imagen para la inmortalidad. En Hungría, el verbo que se emplea para decir <<fotografíar>> es megörökiteni y significa <<hacer que algo dure para siempre>>”


© Sylvia Plachy

Las imágenes en los espejos y las ventanas, nunca duran. Los reflejos en un charco son muy breves, pero cuando atrapo una visión a través del objetivo de mi cámara, no puede escapar”.


London 1993 © Sylvia Plachy

“Al pasar junto al escaparate me sorprende ver mis reflejos, parezco tan arrugada y cansada. Miro hacia otro lado. El espectro me sigue, asomando por aquellas superficies reflectantes, insistentemente. En el suelo, me acecha en forma de sombra. Solíamos ser como gemelos. Pero, hoy, le doy la espalda y me dispongo a reflejar el mundo”.


Mississippi 2009 © Sylvia Plachy

La mayoría de los marcos mueren con las fotografías a las que están unidos. Quizá una excepción sean los marcos que contienen fotografías de personajes políticos. Estaba en Belgrado, en 1992, después de que cayera el telón de acero, con Yugoslavia en guerra. En la pared de la oficina de un burócrata colgaba todavía un marco vacío en el que antes había figurado el retrato del mariscal Tito, un hombre que había sido él mismo, durante mucho tiempo, el marco de aquella nación discordante.


Dachau 1995 © Sylvia Plachy
Buen fin de semana!



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miércoles, 10 de febrero de 2016

Evitar el centro geométrico

© Sergio Larrain

"Patrick, las líneas más fuertes son aquellas que forman el borde de la fotografía, es decir, las que delimitan qué queda dentro, y qué fuera del espacio construido por una imagen" le señaló, en plan docente, Sergio Larrain a su amigo de Magnum, Patrick Zachmann cuando éste último lo visitó a su casa en Ovalle (Chile),  lugar elegido por el maestro chileno para retirarse definitivamente de la vida activa como fotógrafo de la agencia.


© Sergio Larrain

En realidad, lo que Larrain le sugería era que huya del centro geométrico como de la peste para plantear las escenas en los bordes, donde la frontera entre lo que se ve y lo imaginado se potencia creando ciertas especulaciones visuales que le interesaban también y mucho a John Szarkowski en The Photographer's Eye.


Sao Paulo 1997 © Patrick Zachmann

El centro geométrico se asocia con simetría e indica excesiva perfección, inmovilismo, rigidez. Lo que no que quiere decir que esté mal si voluntariamente se pretende ese efecto. Ya hemos visto como trabaja Stanley Kubrick, las simetrías perfectas en las fotografías de varios de sus films.


2001 Odisea en el Espacio (1969). Stanley Kubrick


Les cuento que ayer me llegó a casa, un catálogo (publicado por La Fábrica en el 2007) de Sylvia Plachy: De reojo. Out of the corner of my eye. Y mientras observaba sus imágenes, pensaba en las palabras de Larrain. Veamos algunos ejemplos.


© Sylvia Plachy


A propósito de todo ello, Jeff Jacobson comenta que Plachy "se mueve mientras hace las fotos. Prueba distintos ángulos, se desplaza hacia un lado, nunca se queda en el mismo sitio. Eso está claro en su imágenes. Hay en ellas un sentido de dinamismo". 


1980 © Sylvia Plachy

Y trae aparejado otorgarle, desde mi punto de vista,  un plus de protagonismo al que observa las imágenes y dejar liberada su fértil imaginación.





New York 1982 © Sylvia Plachy
Hasta pronto!


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