Hace un tiempo atrás, en la librería del Visa
pour l’image de Perpignan descubrí un libro que me sorprendió gratamente y paso a contarles las novedades de este encuentro fortuito.
Me refiero a un muy enigmático e interesante libro titulado Tokyo y el autor es el prestigioso fotógrafo francés Samuel Bollendorff (Democratic Book, 2011).
Apenas lo hojeé, lo encontré interesante como documento social contemporáneo y diferente a nivel estético.
Tokyo © Samuel Bollendorff |
En ese sentido, me llamó la atención el intenso cromatismo de las instantáneas callejeras que hizo sobre Tokio, a mitad de
camino del color utilizado por las antiguas polaroids y estridentes colores
primarios.
Tokyo © Samuel Bollendorff |
Luego leí el prólogo y todo encajó. Allí se contaba que Bollendorff se inspiró para realizar este trabajo en una serie de conferencias realizadas por el pintor ruso Vasili Kandinsky, sobre el uso de los colores en la Escuela de la Bauhaus.
Tokio © Samuel Bollendorff |
“Se trata de encontrar en la vida diaria de Tokio las normas
de tensión y códigos cromáticos que el pintor enseñó a sus estudiantes. Cada
línea es una tensión, cada color afirma su dinamismo y su armonía general
constituye el argumento estético” señala Bollendorff que realizó este trabajo
en el 2002.
Tokio © Samuel Bollendorff |
El fotógrafo se refiere a las conferencias que dio el pintor
de sus teorías del color durante su gira por universidades norteamericanas en
la década del ’20 recopiladas, en parte, en su libro De lo espiritual en el arte.
En el
cual, Kandinsky analiza con un sistema científico, los elementos pictóricos
básicos: el punto, la línea y la superficie. El pintor sostiene que la creación
no se efectúa de ningún modo con una arbitrariedad absoluta sino que se
representa como un juego formal libre dentro de reglas estrictas.
Una conclusión importante a que llegó Kandinsky es que
determinados colores intensifican su
efecto mediante determinadas formas. En sus clases, los alumnos atribuyeron el
amarillo al triángulo, el rojo al cuadrado y el azul al círculo.
Un abrazo grande y buen fin de semana!
Fantástico post, una vez pintura y fotografía unidas. Las imágenes de Samuel son brutales una forma diferente de ver la vida
ResponderEliminarSi,Luis....otro ejemplo de como encarar un proyecto de fotografía documental con estímulos interdisciplinarios. Gracias por tu comentario.
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