No descubro América diciendo que desde que conocí sus imágenes, lo admiré por su valentía y por su “estar cerca” con la cámara en varios de los acontecimientos más importantes del siglo XX.
A muchos de nosotros nos pasó y nos pasa lo mismo: sentimos un gran respeto por su trabajo, su forma de abordar los temas de la realidad y que ya son clásicos en el fotoperiodismo mundial.
Sin embargo, donde siento que descubro algunas islas es en su faceta literaria y afortunadamente para mi (que lo compré), Ligeramente Desenfocado es un buen libro. No sé si Robert Capa era un gran escritor. Pero se muestra como un ágil cronista de sus aventuras y desventuras durante gran parte de su vida profesional como reportero de guerra. Y sus páginas destilan un sutil toque intimista en un período crucial de la historia: la Segunda Guerra Mundial.
Cabe señalar que en inglés estuvo por primera vez en los kioscos en 1947 y la traducción al francés se realizó en el 2003. Pero recién fue publicado en castellano por primera vez en España, el año pasado, por La Fábrica (vaya uno a saber porque se tardó tanto…algunos lo sabrán mejor que yo) y confieso que me atrapo su crónica por varias cosas.
Primero, por la metodología que usaba Capa (y que lo explica con humor y desenfado) para acercarse a los grupos de personas que luego serían sus modelos fotográficos; segundo, por todos los inconvenientes que enumera para llegar a realizar sus famosas fotografías (muchas veces la gente olvida cuanto hay que recorrer por una buena foto) y tercero: la importancia que tenía el fotoperiodismo de esa época. Algo impensable en la actualidad.
En síntesis. Ligeramente Desenfocado es un verdadero manual de fotografía encubierta en una disimulada crónica de un hombre que se la jugó por una causa heroica y romántica. Y la verdad que valió la pena la espera. Por eso recomiendo su lectura aparte de disfrutar de más de un centenar de sus imágenes, algunas de ellas no muy conocidas por el público. Y a esto hay que agregarle todo lo "nuevo" de la "maleta mexicana" que ojalá se muestre pronto en España.
“Capa – señala en la introducción Richard Whelan, historiador y autor de Robert Capa, su biografía– nació contador de historias y pocas cosas le hacían disfrutar más que alegrarle la tarde a alguien, amigo o extraño, relatando con gracia alguna de sus picarescas aventuras. Como la verdad literal importaba, daba cuenta de ella. Pero Capa no veía problema alguno en alambicar una buena historia para hacerla aún mejor, algo que sólo un pedante aburrido podría ver como inapropiado, teniendo en cuenta que la intención era la de divertir, a menudo poniéndose a sí mismo como objeto de burla”.
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Con tiempo leerè tu compra querido caballero, con tiempo que a de venir preciso, refiero al sentido oculto del dinero y no serà por eso que no pueda pensar, sin eso ni quiero saldar a fiado las dudas que tengo; es vida de tiempo respuesta viniendo. A cuentas preguntas soy pasajero; estoy reflexionando sobre el fin de semana que tengo. Abrazo Grande Marcelo
ResponderEliminarCuchetti de Leòn
Otro abrazo para ti y no dejes de leerlo!!
ResponderEliminarTomo nota, pues no conocía el libro aún a pesar de que Capa está estos últimos años muy presente. Lo que si conozco aunque no he leído, es una novela que gira sobre su vida, escrita por Susana Fortes y por supuesto la peli La Sombra del Iceberg, sobre la que escribí una pequeña entrada en su día. Buena recomendación Marcelo. Salu2
ResponderEliminarTomo nota por lo que me acabas de contar, gracias, Javier!!
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