Marcelo, siempre nos planteas reflexiones muy sabias, gracias. También yo creo que está terminando el ciclo de fotografía de claroscuros, colores saturados y composición pura y dura, que pecaba de una enorme influencia del diseño gráfico. Yo ahora estoy yendo al color, pero no es fácil crearse un estilo propio. Gruyaert es un caso aparte, él está por encima del bien y del mal, es demasiado bueno.
como bien dices, Luisa, "no es fácil crearse un estilo propio". Pero si el color, para ti o para mi, es la forma más óptima para expresarse visualmente, hay que seguir intentándolo para hacer buenos proyectos a pesar que los "grandes fotografos" dejan cierta impronta en nuestra forma de fotografíar. Y lo digo en el buen sentido de la palabra. No para imitar.
A propósito de las imitaciones, es algo que me tuvo muy preocupada hasta que hace poco leí en una entrevista lo que decía el gran Jim Jarmush: “Nada es original. Roba de cualquier sitio que te llene de inspiración o alimente tu imaginación. Devora películas viejas, películas nuevas, música, libros, pinturas, fotografías, poemas, sueños, conversaciones intrascendentes, arquitectura, puentes, señales de tránsito, árboles, nubes, ríos, luces y sombras. Selecciona para robar solamente aquellas cosas que le hablen directamente a tu alma. Si lo haces, tu trabajo (y tu robo) será auténtico. La autenticidad es invaluable; la originalidad no existe. Y no te preocupes en ocultar tu robo – celébralo si hace falta. En cualquier caso recuerda siempre lo que dijo Jean-Luc Godard: “De lo que se trata no es de dónde tomas las cosas, sino de a dónde las llevas”.
El paso por las galerías es interesante y necesario, pero yo veo todos estos trabajos destinados a los libros. Un buen libro de fotografía es una obra de arte, un placer, y puedes volver siempre que quieras a las fotos. Aunque tampoco creo que ayuden demasiado a pagar la renta de sus creadores. Lo que está claro es que sin encargos comerciales, todos los fotógrafos artísticos actuales (callejeros en especial) lo tienen que pasar mal para vivir de su estética (excepto cuatro -o dos- artistas contados).
Si, José. Yo también opino lo mismo con respecto a que muchos trabajos tienen más peso específico en el libro. El tema es si, a mediano plazo, puede convertirse en una obra artística, atemporal, siempre vigente o sólo un documento de época. En el caso de este libro de Gruyaert va camino a convertirse en algo artístico.
Marcelo, siempre nos planteas reflexiones muy sabias, gracias. También yo creo que está terminando el ciclo de fotografía de claroscuros, colores saturados y composición pura y dura, que pecaba de una enorme influencia del diseño gráfico. Yo ahora estoy yendo al color, pero no es fácil crearse un estilo propio. Gruyaert es un caso aparte, él está por encima del bien y del mal, es demasiado bueno.
ResponderEliminarcomo bien dices, Luisa, "no es fácil crearse un estilo propio". Pero si el color, para ti o para mi, es la forma más óptima para expresarse visualmente, hay que seguir intentándolo para hacer buenos proyectos a pesar que los "grandes fotografos" dejan cierta impronta en nuestra forma de fotografíar. Y lo digo en el buen sentido de la palabra. No para imitar.
EliminarA propósito de las imitaciones, es algo que me tuvo muy preocupada hasta que hace poco leí en una entrevista lo que decía el gran Jim Jarmush: “Nada es original. Roba de cualquier sitio que te llene de inspiración o alimente tu imaginación. Devora películas viejas, películas nuevas, música, libros, pinturas, fotografías, poemas, sueños, conversaciones intrascendentes, arquitectura, puentes, señales de tránsito, árboles, nubes, ríos, luces y sombras. Selecciona para robar solamente aquellas cosas que le hablen directamente a tu alma. Si lo haces, tu trabajo (y tu robo) será auténtico. La autenticidad es invaluable; la originalidad no existe. Y no te preocupes en ocultar tu robo – celébralo si hace falta. En cualquier caso recuerda siempre lo que dijo Jean-Luc Godard: “De lo que se trata no es de dónde tomas las cosas, sino de a dónde las llevas”.
EliminarMe gusta lo que Godard. Justamente eso es lo que me interesa: adonde llevamos las cosas. Interesante. Gracias, Luisa!
EliminarEl paso por las galerías es interesante y necesario, pero yo veo todos estos trabajos destinados a los libros. Un buen libro de fotografía es una obra de arte, un placer, y puedes volver siempre que quieras a las fotos. Aunque tampoco creo que ayuden demasiado a pagar la renta de sus creadores. Lo que está claro es que sin encargos comerciales, todos los fotógrafos artísticos actuales (callejeros en especial) lo tienen que pasar mal para vivir de su estética (excepto cuatro -o dos- artistas contados).
ResponderEliminarSi, José. Yo también opino lo mismo con respecto a que muchos trabajos tienen más peso específico en el libro. El tema es si, a mediano plazo, puede convertirse en una obra artística, atemporal, siempre vigente o sólo un documento de época. En el caso de este libro de Gruyaert va camino a convertirse en algo artístico.
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