Miradas Cómplices constituye un laboratorio de ideas, de reflexiones fotográficas e imágenes que, quizás, encuentren vuestra complicidad.

Translate

viernes, 24 de agosto de 2012

Noche en Nueva York


Hace ya algunos años, me enamoré de la fotografía nocturna urbana gracias a los excepcionales trabajos de Brassai en aquella París de entreguerras.  En esas fotografías encontré una puerta abierta al sueño, al misterio, a ciertos códigos que sólo ocurren en esos espacios de tinieblas.
Algo de todo ello me volvió a ocurrir al descubrir (un tiempo más tarde)  en el Black and White Magazine (Abril2003)  los dramáticos efectos de luces y sombras del trabajo en blanco y negro de Lynn Saville .

  Riverside Park, New York © Lynn Saville

Y como hizo Brassai en Paris,  Saville deambuló por muchos años por Nueva York muñida con un aparatoso trípode y mucha pasión.

Rockefeller Center, New York © Lynn Saville 

 Red Hook Ducks, Brooklyn, New York © Lynn Saville 

“Yo vivo y trabajo en Nueva York, en el lado oeste con mi marido, el poeta Philip Fried.  Me enamoré de esta ciudad cuando tenía sólo 5 años” comenta la fotógrafa en una entrevista al blog NYMPhoto.


 New York © Lynn Saville 

“Estoy inspirada por la propia ciudad. El cambiante panorama urbano, la vegetación, los grandes edificios y las formas simples que asoman por la noche. Todo eso estimula en mi,  una fascinación constante”.

Sin embargo, unos años después, en el 2009, Randon House publicó su Nueva York pero con fotografías en color titulado Night Shift.




“Este proyecto – señala Saville – surgió de mi cambio de película (del blanco y negro al color)  debido al cambio menguante del crepúsculo cuando las luces artificiales empiezan a brillar y tomar el control de la iluminación de la ciudad”


New York © Lynn Saville  

“Hay cualidades casi rurales en algunas áreas neoyorquinas. Parecen olvidadas y sin amor. Me parece una extraña belleza de estos espacios públicos / privados".


New York © Lynn Saville   

Buen fin de semana a todos!!


2 comentarios:

  1. La noche, siempre nos sorprende. La paciencia y el tesón con que se trabaja tras la cámara, es digna de tener en cuenta y de admirar más allá del propio trabajo del fotógrafo. Quizás sea un excelente ejercicio para educar la mirada fotográfica de uno.
    Los matices del color de Saville nos devuelven a una época dorada.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Está muy bien tu comentario. Defines muy bien el camino a seguir. Un abrazo, Jan!

    ResponderEliminar