Miradas Cómplices constituye un laboratorio de ideas, de reflexiones fotográficas e imágenes que, quizás, encuentren vuestra complicidad.

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miércoles, 21 de marzo de 2018

Fotografía automóvil de calle

Siempre me ha gustado realizar instantáneas desde el interior de un automóvil. Me parece una propuesta prolífica de composiciones audaces y que, además, te otorgan una gran discreción a la hora de acercarte a una escena de un espacio público.


(c) Marcelo Caballero. La Habana, 2016

El tema del encuadre a través de ventanas indiscretas o la multiplicidad de planos que puedes lograr desde un coche le dan una potencia visual extraordinaria a una escena como lo puedes observar en los trabajos modélicos de Lee Friedlander.


(c) Lee Friedlander


También rescato el trabajo desde los coches realizados por Raghubir Singh. Las líneas, ángulos y reflejos pueden crear escenas surrealistas, desconcertantes y que, además, ayudan a organizar un poco el caos de la ciudad.


(c) Raghubir Singh. India

El automóvil también organiza el paisaje con un toque inusual, como lo hace Bernard Plossu como en esta escena de "road movie" por el sur de los Estados Unidos.


(c) Bernard Plossu. Ruta 666. USA 1981


Hace poco descubrí el trabajo de Paolo Pellegrin en La Habana donde varias de sus imágenes están realizadas desde un almendrón (coche antiguo reconvertido en taxi) y es una forma alternativa y diferente de hacer fotos de lugares muy fotografiados. Además de darle un toque compositivo extraordinario a la escena.


(c) Paolo Pellegrin. La Habana, 2006

(c) Paolo Pellegrin. Parque Lenin, La Habana, 2011

Hasta pronto!


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lunes, 19 de marzo de 2018

Iconografía de estereotipos

Hoy toca un momento de reflexión. Pararnos un poco y pensar hacia donde nos dirigimos. 
Estamos viviendo unos tiempos tan difíciles para la fotografía, inmersos en una saturación ingente de millones de imágenes que pululan diariamente por las redes sociales; que conocemos el mundo como si fuera una especie de iconografía de estereotipos que, además, son universalmente aceptados.


(c) Alex Webb. La Habana, 2012

Por eso, es un gran desafío generar una actitud creativa y diferencial para un fotógrafo actual comprometido. 
Quizás es una raza en extinción o quizás, hay muchos más que antes ( me refiero a la época analógica). Pero que ante semejante selva virtual, no es fácil distinguirlos. Por eso sigo aferrado a las “siempre bienvenidas” imágenes creadas por grandes maestros que, paradójicamente han ayudado a crear una iconografía visual difícil de cambiar. Quizás todo esto suene apocalíptico, como pensaba Umberto Eco.  Pero es lo que pienso al día de hoy.


(c) Carl de Keyser. La Habana, 2015

Durante los últimos años, estoy visitando una gran ciudad que me encanta y la seguiré disfrutando como es La Habana. Y sé perfectamente que es un gran desafío hacer algo distinto allí,  ya que es una de las ciudades más fotografiadas. Y es muy fácil perderse en los laberintos de los estereotipos.


(c) David Alan Harvey. El Malecón, La Habana, 1998

“Quien haya estado en Cuba se habrá sorprendido por la existencia física, de los colores en el diamante del Caribe, por la forma en que la luz exalta los tintes en las diferentes horas del día y por la exuberancia de las puestas del sol” comenta el prestigioso crítico y fotógrafo Christian Caujolle en el prólogo de Paradiso de Lorenzo Castore. Quiero resaltar que ese prólogo fue escrito en el 2006 y me parece profético.


(c) Lorenzo Castore. La Habana 2000 - 2001

Este hecho, junto con la inevitable propensión de las revistas ilustradas a exaltar la fascinación por un exotismo de lentejuelas que empareja el Malecón (La Habana) con los vestigios vintage de los sublimes coches americanos de los años cincuenta, unos largos descapotables de color rosa pastel con un fondo de fachadas ocre desconchado, ha inventado una iconografía difícil de superar”
Hoy en día, es muy complicado abstraerse de esa iconografía estereotipada. Supongo que algunos (espero que muchos) lo estén buscando.  Y me incluyo… aunque es muy difícil hacer algo decente y diferente en ciudades muy fotografiadas como es el caso de La Habana. Pero me gustan esos desafíos. Por lo menos hay que intentarlo.


(c) Raúl Cañibano Ercilla. El Malecón, La Habana, 

Los fotógrafos son una raza diferente de ser humano – comenta Caujolle en una nota en el British Journal of Photography – No son los que producen imágenes sino los que pueden proponer un punto de vista diferente. Aquellos cuya perspectiva no es sobre reproducción sino interpretación, usando una herramienta tan extraña y específica como la fotografía. Y siempre con una tensión entre el realismo y la fantasía”
Hasta pronto!




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miércoles, 14 de marzo de 2018

El autorretrato de calle como algo terapéutico

Una de las cosas que más me marcó del trabajo de Lee Friedlander es su capacidad, voluntaria, de incluirse en sus fotografías, en un singular autorretrato de calle. De alguna manera, Friedlander, con esa postura, reivindica la tarea del creador fotográfico. Y ese mensaje me caló profundamente. y desde que conocí su trabajo, comencé a fotografiarme y no sólo como un ejercicio creativo, también como algo terapéutico.


(c) Marcelo Caballero. Marrakech, 2017

Aunque nunca me gustó que me fotografiaran, empecé a entender que realizarme autorretratos de calle me gustaban, no desde una perspectiva vanidosa, sino que me hacía sentir bien sin ningún tipo de complejos.


(c) Marcelo Caballero. Sevilla, 2017

Por otro lado, refleja lo que pienso del lugar que visito y lo más importante, refleja  gratitud a la fotografía de calle por los momentos vividos y celebra mi vida con el entorno.


(c) Marcelo Caballero. Marrakech, 2016


Y así nació una serie que aún no tiene nombre ni sé a dónde me va llevar. Lo único que sé es que tiene algo de Friedlander y de todos los que nos gusta el autorretrato como conocimiento de si mismo.


(c) Marcelo Caballero. Figueres, 2017

Hasta pronto!



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lunes, 12 de marzo de 2018

Las ciudades sutiles

Siempre me ha fascinado el transformar, a través de la fotografía, lo cotidiano en algo extraordinario. Y también, como la evocación de ciertas imágenes literarias encuentran una especie de analogía con todo ello.
Esa analogía siempre la encuentro fascinante cuando  las palabras atemporales de Las Ciudades Invisibles de Italo Calvino fluyen de una manera natural por algunas mágicas instantáneas que encuentro entre algunos fotógrafos favoritos y sus ciudades favoritas.

…en todas las columnas de agua, las tuberías verticales, los flotadores, los rebosaderos, subiendo hasta las veletas que coronan los aéreos andamiajes de Isaura, ciudad que se mueve hacia lo alto” (Las Ciudades Sutiles. 1)


(c) Sergio Larraín. Valparaíso

No se recuerda que necesidad u orden o deseo impulsó a los fundadores de Senobia a dar esta forma a su ciudad, y por eso no se sabe si quedaron satisfechos con la ciudad tal como hoy la vemos, crecida quizá por superposiciones sucesivas del primero y ya indescifrable diseño” (Las Ciudades Sutiles. 2)


(c) Raghubir Singh. Calcutta, 1972


Si Armilla es así por incompleta o por haber sido demolida, si hay detrás un hechizo o sólo un capricho, lo ignoro. El hecho es que no tiene paredes, ni techos, ni pavimento, no tiene nada que lo haga parecer una ciudad” (Las Ciudades Sutiles. 3)


(c) Lorenzo Castore. La Habana, 2001


Si queréis creerme, bien. Ahora diré cómo es Octavia, ciudad telaraña. Hay un precipicio entre dos montañas abruptas; la ciudad está en el vacío, atada a las dos crestas por cuerdas y cadenas y pasarelas. Uno camina por los travesaños de madera, cuidando de no poner el pie en los intersticios, o se aferra a las malla de una red de cáñamo. Abajo no hay nada en cientos y cientos de metros” (Las ciudades sutiles. 5)


(c) Boris Savelev. Czernowitz 2013

Hasta pronto


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lunes, 5 de marzo de 2018

Larraín y la mirada de hormiga


Observar imágenes de Sergio Larraín es como sumergirte en un excepcional e irrepetible manual de fotografía. A veces cuando ojeo sus fotografías en los pocos libros que tengo del fotógrafo chileno, aprendo algo nuevo en composición o redescubro un plano inesperado, o unas formas geométricas en simetría, o unas inesperadas diagonales que antes no había visto. Siempre me sorprende. Eso tienen “los buenos” fotógrafos.
Larraín tenía la rara habilidad de realizar encuadres (entre documental y artístico: perspectivas, enfoques y planos) que se quedan grabados en tu imaginación visual y cuando deambulas por la calle haciendo fotos, te acuerdas de ellas. Se te disparan en tu mente como espejismos y, desde mi punto de vista, te ayudan muchas veces a entender y resolver las efímeras escenas urbanas.


(c) Sergio Larraín. Pisac, Perú, 1960

Un plano inesperado que Larraín supo hacer suyo en varios de sus trabajos fotográficos más importantes, es “la mirada de hormiga”, más conocida como plano a ras del suelo.


(c) Sergio Larraín. Roma, 1959

Si el plano contrapicado enaltece a los personajes retratados; “el plano a ras del suelo” empequeñece al fotógrafo, lo pone a la misma ubicuidad que una hormiga. Sin embargo, esta mirada desde abajo conlleva tantas connotaciones simbólicas como interpretaciones. Y por ello, no dejan de sorprender.


(c) Sergio Larrain. Londres, 1958


“Uno se demora mucho en ver – escribió Larraín en una carta a su sobrino que le pedía consejos a principios de los ’80 del siglo pasado- Pero poco a poco se te va entregando el secreto y vas viendo lo que es bueno, y la profundidad de las cosas”.


(c) Sergio Larraín. Paris, 1959


 Hasta pronto!



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