En primer lugar, disculpen la tardanza del post del viernes... Sinceramente me ha sido muy dificil encontrar un momento de reflexión y wifi en las interminables horas de buses en los polovorientos ripios patagónicos, largo tránsito de historias mínimas, de melancolías absolutas, de leyendas, fábulas y ciertos fantasmas ancestrales.
Hoy quiero decirles que ayer me ha tocado vivir (en eso tengo suerte...) uno de las amaneceres más bonitos que recuerde con cámara en mano.
Y quiero compartir algunas de esas imágenes con una poesía de Eduardo Galeano que, encontré esa madrugada, también de pura casualidad, en una revista patagónica de un bar de Puerto Madryn.
Esa mujer es una casa secreta
(es una fortaleza)
En sus rincones guarda voces y esconde fantasmas..
En las noches de invierno, humea
Quien en ella entra, dicen nunca sale.
Yo atravieso el hondo foso que la rodea. En esa casa seré habitado
Hoy quiero decirles que ayer me ha tocado vivir (en eso tengo suerte...) uno de las amaneceres más bonitos que recuerde con cámara en mano.
Y quiero compartir algunas de esas imágenes con una poesía de Eduardo Galeano que, encontré esa madrugada, también de pura casualidad, en una revista patagónica de un bar de Puerto Madryn.
Esa mujer es una casa secreta
(es una fortaleza)
En sus rincones guarda voces y esconde fantasmas..
Puerto de Madryn, Chubut, Argentina © Marcelo Caballero |
En las noches de invierno, humea
Quien en ella entra, dicen nunca sale.
Yo atravieso el hondo foso que la rodea. En esa casa seré habitado
Puerto de Madryn, Chubut, Argentina © Marcelo Caballero |
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