En muchas ocasiones,
cuando viajo al lugar soñado, encuentro más útil la compañía de un libro de algún
escritor local o de alguien que ha viajado por la zona que una simple guía de
viaje.
Me encanta perderme por
las geografías, sin otra necesidad que
dejarme atravesar por la punzante pluma y las sensaciones que deja un escritor
en un libro deseado. Y esa esencia visceral que transmiten esos escritos son
los que me orientan por las atmósferas regionales.
Luego, el tiempo se
convierte en un estorbo y los nombres en referencias invisibles.
Todo esto me sucedió
cuando descubrí Cabezas verdes, manos azules de Paul Bowles en un viejo
escaparate de una librería de libros usados en Tánger. Y allí decidí que ese
libro me iba a guiar por el valle de Ameln, en el Anti Atlas marroquí donde se
encuentra el más ortodoxo bastión amazigh en Marruecos.
Los dejo con un video que
realicé con algunos textos del escritor norteamericano. Buen fin de semana para
todos!!
Gracias Marcelo por traerme Marruecos nuevamente!! hermoso todo, qué ganas de volver.., y ese título de Bowles, como la puerta de la medina de Fès, verde de un lado , azul del otro! simbolismos.. Me trajiste un poco de esa magia del oriente cercano!! Ariel.-
ResponderEliminarGracias, Ariel. Coincidimos en que Marruecos es un lugar especial!
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