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sábado, 24 de julio de 2010

Africanos en Bolivia

Durante el siglo XVI y coincidiendo con el apogeo de la colonización española, llegaron a Bolivia los primeros esclavos negros provenientes de Africa Subsahariana para trabajar en las minas de Potosí. Los explotadores sabían que si el negocio no prosperaba, los podían vender en cualquier momento ya que tenían gran valor de cambio.
Fue así que dos siglos después, al decaer el negocio de las minas, los descendientes de aquellos primeros africanos fueron cedidos a los hacendados de las plantaciones de café en los Yungas. Y allí se quedaron para siempre. En esa zona de transición entre el Altiplano y la selva tuvieron una mejor adaptación que al frío y la altura de los Andes. El clima es agradable todo el año, con una leve humedad subtropical que alimenta una tupida vegetación surcada por ríos torrentosos, cascadas y una variada fauna.
Hoy en día, en esta región se concentra casi toda la población afroboliviana del país estimada en unos 35.000 personas y una de las comunidades más representativas es Tocaña.

Tocaña. Al fondo Coroico - Las Yungas - Bolivia

Más que un pueblecito, Tocaña es un invertebrado asentamiento de pequeñas casas blancas hundidas en medio de la espesura selvàtica a escasos kilómetros de la capital de la región: Coroico, considerada la entrada a la producción de la coca en Bolivia.



Sus pobladores, originarios de Senegal, Ghana, Angola y el Congo, siguen trabajando en los cafetales y el cultivo de frutos tropicales como cítricos; sin embargo,  la mayoría dedica sus esfuerzos a la producción de la coca. Para eso han creado una cooperativa comunitaria y, a través de ella, venden su producción de forma legal a establecimientos mayoristas ubicados en Coroico. Para transportarlas colocan las hojas de coca recolectadas en grandes bolsas a un quintal cada una (100 kilos : 1 quintal).

                                                              Bolsas  de coca, listas para vender
Es interesante destacar la historia de un humilde trabajador de coca que algunos años atrás estudió en la escuela de Coroico y hoy es el único maestro y director de la pequeña escuelita de Tocaña. Los niños - por lo que he visto en la visita que hice - realmente lo adoran. Luego el maestro me llevó a una pequeña habitación donde posee una biblioteca básica y algunos ordenarores con los que intenta educar a los niños pero también a la gente mayor de la comunidad.


También han propulsado,  principalmente a través de la ong Ayuda en Acción,  la construcción de un centro cultural artesanal:  espacio físico donde pueden traducir, transmitir y ordenar su cultura aún no reconocida por la Carta Magna del país. Una especie de museo dinámico que les sirve para expresar libremente su manera de ser.

lunes, 22 de marzo de 2010

La diáspora senegalesa en Barcelona




                                                               © Marcelo Caballero


Atraído por la curiosidad y la amistad que tengo con varios músicos senegaleses, el sábado pasado fuí al barrio Santa Catarina de Barcelona para presenciar una jornada titulada “Historia, cultura y retos actuales de la mujer senegalesa” .
La reunión convocada por la Asociacion Catalana de residentes senegaleses fue todo un éxito y me hizo olvidar pronto el gris y el negro que nos tenía acostumbrado el invierno. Allí en ese recinto solo había lugar para los colores, las risas, la buena onda y muchas mujeres senegalesas que iban y venían ataviadas con sus coloridos vestidos tradicionales y que también contó con la presencia de varios curiosos como yo.


                                         © Marcelo Caballero

Al principio me llamó la atención que las expositoras se expresaran en catalan, según ellas por respeto a esta cultura . Y paralelo a ello pusieron énfasis en mantener viva las tradiciones de la cultura de origen. También se explayaron por los derechos de la mujer con una consciencia política muy clara.
Finalmente llegó el momento de la música tradicional por excelencia de Senegal que es el sabar y mi amigo  Sengane Ngom hizo bailar a mucha gente al ritmo de sus tambores.


                                                                         © Marcelo Caballero

En este contexto las prácticas musicales del Sabar desempeñan un papel muy importante en el sostenimiento, conformación y articulación de las redes identidarias de su cultura en el exilio.
Durante estos últimos tiempos, gracias a Sengane pude conocer a muchos jóvenes talentos del Sabar que viven en Barcelona y varios de ellos lo hacen en forma ilegal. Este dato no es menor si se tiene en cuenta que la emigración ilegal desde Senegal no ha bajado.
Poco a poco estos músicos se convirtieron en un emergente colectivo muy activo a nivel musical. Periódicamente realizan espectáculos y recitales en distintos lugares de Barcelona como Sengane que junto con músicos de jazz se ha presentado en el Auditorio, en el Jamboree o en lugares más underground. Y la música sabar a encontrado, de esta manera,  una gran repercusión en los circuitos musicales y artísticos debido a las originales cualidades rítmicas que ofrece el repertorio.




                       Clases de Sabar en Taperplas - Barcelona © Marcelo Caballero



          Junto al JuanmaNieto Quintet  en El Garage - Barcelona © Marcelo Caballero