Miradas Cómplices constituye un laboratorio de ideas, de reflexiones fotográficas e imágenes que, quizás, encuentren vuestra complicidad.

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lunes, 1 de febrero de 2016

No debemos confundir los sacafotos con los fotógrafos


Para empezar la semana, quiero compartir con ustedes una entrevista que le hice al fotógrafo cubano Tomás Inda, director de la Escuela Creativa de La Habana quien participará como invitado en las sesiones teóricas y prácticas del taller que impartiré en Cuba a principios de mayo.

MC:     ¿cómo ve, el actual mundo fotográfico en Cuba y la inserción de las nuevas generaciones de fotógrafos cubanos?


TI: Cuba tiene una larga tradición fotográfica. Fíjate que aquí se hizo el primer daguerrotipo en fecha temprana y durante el siglo XIX son muchos los fotógrafos que documentaron la historia del país. Ya durante el siglo XX,  en la primera mitad,  deja el nombre de cientos de fotógrafos que realizaron imágenes de las más diversas temáticas y al triunfar la revolución en el año 59 da paso a una generación que han sido llamados los “Fotógrafos de la épica revolucionaria”. Pero realmente eso no se quedó allí, después ha habido generaciones de fotógrafos que marcados por su época han realizado una obra destacada.
Hoy surgen nuevos fotógrafos, cada día. La escuela pone su granito de arena en la formación de muchos de ellos. La profesión de fotógrafo ha llegado a ser la más numerosa bajo la influencia de la fotografía digital que logró una total democratización del oficio.
Claro que nunca debemos confundir a los “sacafotos” con los fotógrafos. Ahora cualquiera es un sacafotos con una cámara digital en las manos, pero un fotógrafo, un buen fotógrafo, eso es otra cosa, se requiere de estudios, experiencia y dedicación. Definitivamente, cualquiera no es un buen fotógrafo.


de su proyecto Mar © Tomás Inda

- En el 2011 nace, por una iniciativa suya,  la Escuela de Fotografía Creativa de La Habana (EFCH). Me podría explicar un poco como se gestó este noble propósito educativo teniendo en cuenta que desde un principio fue un emprendimiento empresarial privado en un estado cubano con un fuerte arraigo estatal?

TI: Realmente la escuela es el resultado de un proceso. Antes de su creación,  impartía fotografía en el Instituto Internacional de Periodismo “José Martí” y tenía, al mismo tiempo. un curso de fotografía en La Maqueta de La Habana. En el año 2011,  el estado cubano amplió las posibilidades del trabajo por cuenta propia, creando nuevas opciones; y entre ellas,  está la de Profesor de música y otras artes. Sin lugar a dudas la fotografía es una de las artes incluidas en esta figura.
Por otra parte en el país no hay otra escuela de fotografía que no sea la nuestra, ya que la fotografía se aprende impartida en diferentes universidades como una asignatura dirigida por una cátedra. En cada universidad se imparte la parte de interés de la fotografía para la profesión dada. Así existen cátedras de fotografía en la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de La Habana, en el ISA (Instituto Superior de Arte), en el ISDI (Instituto Superior de Diseño Industrial). 
Yo enseñaba fotografía antes de crear la escuela. Pero alimentaba la idea de poder impartir toda la fotografía en un solo lugar y para todo el mundo.
De esa idea nació la EFCH. En el 2011 se crearon las condiciones legales por parte del estado cubano y con la ayuda de mi hija, quien es una organizadora incansable y la participación de un grupo de alumnos y amigos nos dimos a la empresa, creando la escuela.


de su proyecto Mar © Tomás Inda
  
-   Aparte de tener una dilatada experiencia en la docencia, eres un fotógrafo en activo muy inquieto, con muchos proyectos en curso como “Mar” que desde el 22 de enero está en exposición en La Habana. ¿Cuéntame cómo surgió este proyecto?


TI: MAR es mi última exposición, las fotos recorren el tema del mar porque somos una isla, no podemos prescindir del mar, desayunamos con olor a salitre. El mar que nos rodea, que nos acaricia o nos agrede, que manso nos permite navegar sobre sus olas o agresivo nos hace naufragar en ellas.
Esas son mis fotos y,  en muchas, la relación del mar con la urbe:  La Habana, una ciudad de mar.

de su proyecto Mar © Tomás Inda


-  En los 4 años que llevan de existencia, EFCH ha materializado muchos objetivos: instalaciones idóneas, nutrida biblioteca, tecnología  y mucha actividad académica con  participación en diferentes festivales y creación de revistas.  ¿cuáles son los próximos objetivos de la escuela?

TI: Si, ha sido mucho el trabajo del colectivo. Lo forman solo jóvenes, mi profesor más viejo tiene 38 años, los demás están por debajo de los 32 y la mayoría no llega a los 28. Todos son graduados universitarios. Gente culta, muy preparada, muy activa.
Todo lo logrado en la escuela es fruto del trabajo colectivo. No somos una institución muy grande, pero tenemos todo lo necesario para aprender fotografía. Estamos cada vez más incorporados al ambiente cultural cubano. Hacemos exposiciones fotográficas en la escuela y fuera de ella. Te puedo poner el ejemplo de que en este momento la escuela tiene 4 exposiciones:  “A la sombra de mi bandera”, en la galería del Memorial “José Martí” en la Plaza de La Revolución ( ese es el lugar más emblemático de la Revolución cubana). “Luz en escena” en la Galería de la Casa del Alba Cultural, (expo que resume el trabajo de nuestros alumnos en el Taller de Fotografía de Teatro)  que se realiza con motivo de la realización del Festival internacional de Teatro cada año. “Hold back” de la fotógrafa Paola Martínez Fiterre (profesora) e Ivan Perera y “MAR” que ya tú mencionabas.

de su proyecto Mar © Tomás Inda

Cada año en La Habana se celebra la Feria Internacional del Libro en el mes de febrero y siempre hay una expo colectiva de nuestros alumnos y profesores, cuya temática tiene que ver con el tema literario.
Además, este año estaremos ocupando un stand en el cual se expondrá y comercializará la obra de fotógrafos cubanos contemporáneos, entre los cuales hay muchos graduados de la escuela que ya hoy tienen una obra meritoria, pero además nuestro stand ofrecerá talleres cortos para niños y adolescentes, encuentros con importantes fotógrafos, un mini museo con cosas interesantes de fotografía. 
La escuela goza de buena salud y aunque aún es joven va amasando poco a poco sus pequeñas glorias.

-  Con respecto al taller que impartiré en Cuba en mayo próximo, saldrás a realizar fotos con nosotros y compartir tus valiosos conocimientos de vida y de profesión?


TI: Pues sí, no me perderé la oportunidad de compartir con ustedes algunas salidas fotográficas, de hacer nuevos amigos. Siempre pueden contar conmigo y con la escuela que tiene permanentemente abierta sus puertas para todos los que nos visitan. Bueno, tengan la seguridad que su visita a Cuba será una experiencia inolvidable. ¡Los esperamos!

de su proyecto Mar © Tomás Inda
Hasta pronto!

jueves, 15 de julio de 2010

Tres piezas del rompecabezas cubano


El 3 era el número cabalístico preferido por Julio Cortázar. Tres son las cualidades del signo según el lógico Charles Sanders Peirce. Tres Tristes Tigres fue el título de la novela que consagró en 1967 al escritor cubano Guillermo Cabrera Infante. También 3 son las cosas que me sorprendieron estos días que por cuestiones no tan casuales ( creo más en la causalidad) se unieron para que yo escribiera esta pequeña reflexión que conlleva también, una continuidad con lo escrito en el anterior post del blog.
Ustedes se preguntarán, ¿cuáles son los tres elementos que me hicieron pensar en la fotografía y el imaginario colectivo?. Primero, la noticia que Cuba pone en marcha el mayor exilio de presos a España de la historia; segundo, el libro Korda Conocido / Desconocido que por un préstamo bibliotecario lo tengo en casa; y, tercero, el reportaje al periodista Enrique Meneses por Hora 25 en Cadena Ser , el martes pasado a la noche.
A los tres los une un país: Cuba. Pero no voy a desgranar cada uno de estos elementos que por si solos cobran distintos significados. Quiero, a partir de esta tríada, reflexionar un poco sobre su incidencia en la fotografía del Che Guevara de Korda que se institucionalizó en el imaginario de la gente desde hace más de dos generaciones.

Alberto Korda
En el anterior post hablé sobre los caminos que llevan a una imagen a consolidarse en la visual colectiva. Y también dije que existen varios factores pero en su conjunto no son  una fórmula concreta de éxito de este fenómeno.
En Conocido / Desconocido los editores citan que Korda siempre dijo que la fotografía del "Guerrillero Heroico" (la famosa foto del Che Guevara de 1960) fue un “instante de suerte”. Y si se hace un recorrido visual por toda la obra (como lo recrea este voluminoso y recomendable ejemplar), el fotógrafo cubano captó muy pocas imágenes del Che. Sólo le tomó algunos rollos de película (pág. 53).
En cambio, Korda concentró su mirada casi siempre en la figura de Fidel Castro como ideal revolucionario. Fue a él quien más retrató y acompañó casi en todo momento desde la revolución (1959) hasta 1968 como bien explica y muestra el libro editado hace dos años por La Fábrica en España. 
Pero entonces, ¿por qué la imagen del Che trascendió tanto y Korda vivió siempre atado al reconocimiento de sólo esa fotografía?. Me atrevo a decir que esa inexplicable transcendencia posterior la señaló en parte Enrique Meneses el martes pasado.
Según Meneses, la imagen tuvo éxito mundial porque el Che semejaba a “ un Jesús del siglo XX”.
Este comentario no proviene de cualquier periodista. Fue el único corresponsal español testigo privilegiado de las conversaciones de los guerrilleros cubanos antes de la revolución. Meneses también señaló que en esa época el Che era uno más del grupo y desde su óptica no era ni mucho menos un personaje de importancia. Y agregó que la figura del guerrillero argentino no tenía el valor histórico y revolucionario que tomó más tarde con el tiempo luego de morir en la selva boliviana en 1967.
Y la historia siguió su curso. Después de muerto (siempre se hacen negocios con la fatalidad, no?) la imagen de Korda comenzó a tener reconocimiento mundial  a partir de la impresión de miles de posters con su imagen en Italia realizado por Giangiacomo Feltrinelli.
Y tiene coherencia lo que dijo Meneses al asociar la imagen de Jesús con la del Che. “El guerrillero heroico” se convirtió en la fotografía más reproducida en la Historia del Arte occidental tras la Gioconda de Leonardo da Vinci (citado por el libro: pág 57).
Sin embargo, el significado actual de la fotografía del Che tiene otra coherencia: está vaciado de ideales originales, globalizada y de consumo como se aprecia en la imagen de abajo.

Y la noticia de los presos exiliados a España termina de sepultar el mito que deseaba transformar el mundo a partir de esa imagen. Lo que pasa desde hace unos años en Cuba está lejos de ello y Korda puede domir tranquilo en la eternidad.