miércoles, 29 de junio de 2016
Bonnard y sus amigos fotógrafos
Así como el
Quattrocento
abrió el camino de la simetría y la profundidad de campo; y la
contracomposición
de Theo Van Doesburg reflexiona sobre el uso de diagonales para dinamizar espacios y colores; la aportación de
Pierre Bonnard
resultó un campo fértil para fotógrafos preocupados por ciertos aspectos formales de la composición.
© Pierre Bonnard
La pintura de Bonnard fue una fuente de inspiración para
Harry Gruyaert.
© Pierre Bonnard
© Pierre Bonnard
Le sorprendió como cortaba a sus personajes. Y como ordenaba los espacios a través del color.
© Harry Gruyaert
© Pierre Bonnard
Bonnard utilizaba tonos cálidos para los fondos y fríos para los elementos en primer plano, de esa manera alteraba la percepción de las distancias, le ofrecía profundidad de campo.
© Pierre Bonnard
A Gruyaert también le gustó cómo el pintor francés aislaba a los personajes que no miran al espectador y dan la sensación de estar en varias realidades al mismo tiempo.
© Harry Gruyaert
A Harry Callahan también le fascinó ese aspecto de incomunicación, aislamiento e irrealidad que transmitían algunos cuadros de Bonnard y esa característica formal la utilizó mucho al fotografíar a su querida esposa durante 15 años.
© Harry Callahan
Al fotógrafo americano también le interesó como se mueve en el mundo cotidiano o en su vida familiar, temas con los que expresa ternura, erotismo y también incomunicación.
© Pierre Bonnard
En otro orden de cosas, Callahan siempre se sintió atraído por la naturalidad que transmiten sus cuadros.
© Pierre Bonnard
Marruecos 1981 © Harry Callahan
“
Bonnard parece acercarse a los objetos casi con timidez – señala Callahan en el prefacio del libro
New Color
(1988) – La composición da la impresión de total libertad y naturalidad exquisita”.
El año pasado, Steidl publicó
un libro
catálogo que explora las afinidades estéticas ligadas al mundo natural de Lee Friedlander y Bonnard.
página del libro de Friedlander y Bonnard
A los dos les une su “estilo poco convencional y auténtico que genera paisajes sin adornos, dejando al espectador la impresión de que han visto estas cosas con sus propios ojos" señala Steidl.
página del libro de Friedlander y Bonnard
Hasta pronto!
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lunes, 27 de junio de 2016
Junto al color de trópico
Hoy me gustaría compartir con ustedes un video con una selección de imágenes que realizaron los participantes al taller que impartí en Cuba; que condensa un poco la emoción de lo vivido en la isla: un imán para cualquier fotógrafo que guste del "color de trópico" y de la calidez humana de su pueblo.
Centro Habana, La Habana © Marcelo Caballero
En primer lugar, deseo dar las gracias a
Nuria Tolós
por su generosa contribución en el ensamble final del audiovisual que será proyectado en julio en la prestigiosa
Fábrica de Arte Cubano
de La Habana.
Y en segundo lugar a los magníficos fotógrafos que me acompañaron en este taller, a la organización de
AES Tour
y a los fotógrafos de la
Escuela de Fotografía Creativa de La Habana.
La Habana
from
Marcelo Caballero
on
Vimeo
.
Hasta pronto!
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miércoles, 22 de junio de 2016
La deconstrucción pública
Una de las cosas que más mérito tiene del trabajo de años de algunos fotógrafos urbanos comprometidos con su entorno es documentar, a través de sus imágenes, como se transforman los espacios públicos.
Esa magna tarea documental, muchas veces ingrata y no valorada, cobra sentido a medida que pasan los años y los discursos de época comienzan a fluir en las imágenes, sin necesidad de recrearlo con palabras: un bar convertido en peluquería, un cine transformado en iglesia o una casa de época transformada en banco. De esa manera, la urbe se metamorfosea en un ser vivo que cambia, que se desarrolla, que muere y las fotografías callejeras toman un valor documental excepcional.
Robson Street, Vancouver 1957 © Fred Herzog Robson Street, Vancouver 2014 © Fred Herzog
Me gustaría contarles la deconstrucción pública que realizó el fotógrafo chileno
Camilo José Vergara
en Harlem, vecindad que frecuentó durante más de 40 años.
Inspirado en la tradición de grandes pioneros de la fotografía urbana como Helen Levitt y Aaron Siskind comenzó a documentar la vida de sus calles; con tanta obsesión, que volvía varias veces durante décadas. De esa manera, Vergara se convirtió en un verdadero especialista en deconstruir los espacios públicos de Harlem y lo hizo, también, en muchos lugares de Estados Unidos a lo largo de los años.
Así, nació una serie titulada “
65 East 125th Street Harlem, New York
”
Dicha serie comenzó en 1977
siguió en los '80 del siglo pasado
En los '90 gradualmente fue cambiando
hasta la actualidad, transformada en un local religioso.
La serie la terminó en el 2014. Aunque la última palabra aún no está dicha.
Hasta pronto!
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lunes, 20 de junio de 2016
La noción del tiempo
A propósito de un libro que adquirí hace poco:
La Pell de Catalunya
; en donde se mezclan, con audacia e inteligencia, fotografías a color de
Oriol Alamany
y, blanco y negro de
Kim Manresa
; me llevan a reflexionar otras cosas sobre esta vieja entelequia que ha marcado la historia visual de la fotografía.
página del libro
La Pell de Catalunya
( La Magrana / National Geographic 2007)
A muchos entusiastas les sigue creando problemas e interrogantes a la hora de decidirse por uno o por el otro. ¿qué lenguaje cromático elijo a la hora de hacer un trabajo fotográfico?; ¿por qué decido que la fotografía tiene que ser en blanco y negro o en color luego en la edición?.
página del libro
La Pell de Catalunya
( La Magrana / National Geographic 2007)
En lo particular, y lo digo como un colorista convencido, trabajar con uno o con el otro, se debe decidir a priori, en la previa a un proyecto, de esa manera uno se vuelca en el trabajo con la plena seguridad de observar el entorno con total libertad creativa.
Si en Henri Cartier Bresson, un convencido monocromático, es una cuestión de geometrías y de captura del momento; para Gueorgui Pinkhassov, otro convencido colorista como yo, cree que el juego y los matices de la luz son los elementos que le interesa transmitir. Dos formas antagónicas de hacer fotografías sobre, por ejemplo, París.
© Henri Cartier Bresson © Gueorgui Pinkhassov
Ya hablé largo y tendido sobre estos temas en
un post
de Miradas Cómplices, el mes pasado. Pero ahora quiero referirme brevemente a la noción del tiempo, que el libro
Pell de Catalunya
me hace reflexionar.
Y todo esto lo digo en un momento, el actual, marcado por el uso del color digital; y que no es secundario pensar en una reactualización de imágenes en blanco y negro que sigue manteniendo intacto su papel “más artístico” y que pregonan muchas escuelas de fotografía.
La noción del tiempo y según que elección de color hago, lo expreso de una manera diferente. Vamos a los ejemplos del libro mencionado.
Para mi, las fotografías en blanco y negro trabajan, en este caso con una noción marcada de “pasado” ; en cambio, con el color se expresa la “cercanía”, el presente.
página del libro
La Pell de Catalunya
( La Magrana / National Geographic 2007)
En ese sentido y para hilar más fino, el blanco y negro me transmite una “atemporalidad latente” frente a la cercanía del futuro en el color.
página del libro
La Pell de Catalunya
( La Magrana / National Geographic 2007)
Así, las fotografías de Manresa me llevan con más fuerza a pensar en algo lejano; en cambio, las de Alamany me plantean la lejanía como algo presente gracias al juego de luces mediterráneas, una característica de siempre que la puedo disfrutar ahora en esa región.
página del libro
La Pell de Catalunya
( La Magrana / National Geographic 2007)
Más adelante, hablaremos de otros matices en esta eterna rivalidad entre los dos lenguajes. Hasta pronto!!
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miércoles, 15 de junio de 2016
El misterio en la aparente simplicidad
Cuando hablo del misterio de una fotografía no me refiero a cuestiones delictivas o ligadas al terror. El misterio al que me refiero va mucho más allá, por suerte...
New York 1961 © Charles Harbutt
Me gusta ese misterio del porqué me atrapa tanto tiempo una imagen e intento averiguar una y otra vez que es lo que verdaderamente está sucediendo en esa fotografía.
Las Vegas, Nevada 1997 © Jeff Jacobson
Y más, si esa imagen parece tener todo claro, aparentemente.
© Trent Parke
Podría decir que el misterio se asocia con lo inexplicable y, en muchos casos, son fotografías que no salen de un plan preconcebido.
Valparaíso © Sergio Larraín
Cuando el fotógrafo se deja llevar por el momento, en esa singularidad, aparece algún “error visual” que desemboca en ese misterio que tanto me gusta y que no siempre se encuentra.
© Lee Friedlander
Soy un convencido que el tiempo redefine la verdadera dimensión del misterio de una fotografía y corre paralelo a lo que el fotógrafo se propuso originalmente.
© Sylvia Plachy
Me atrae lo que nunca se ha visto o cuesta creer que en ese lugar pueda suceder algo así.
New York 1997 © Richard Kavar
Lo inexplicable en clave humor puede ser un camino aunque más dificil ya que, en general, fotografías con toque cómico envejecen rápido.
© Tony Ray Jones
Ese delicado momento entre lo que acaba de ocurrir o va a suceder también me seduce y posee esa lectura de misterio que tanto me atrapa.
© Michael Ackerman
“En la fotografía siempre hay un misterio: miramos y somos mirados por ellas. Es algo dialéctico” comenta el fotógrafo argentino Andy Goldstein. “Por otro lado, desarmar la “cara de foto” es la parte más misteriosa que puede haber entre un artista y su obra, es la parte más difícil de poner en acto”.
© Cristobal Hara
Q
uizás es allí donde empieza el auténtico disfrute de la fotografía.
Hasta pronto!
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miércoles, 8 de junio de 2016
El pulso de la vida urbana
Desde que aparecieron, las cámaras de pequeños formatos, a principios del siglo XX, con películas suficientemente sensibles como para poder fotografíar en espacios oscuros o con poca luz; los fotógrafos no dudaron en dirigir sus miradas a los bares.
Nueva York 1929 © Walker Evans
El bar mide el pulso de la vida urbana.
Roma 1984 © Thomas Hoepker
Ilustran el espíritu urbano. Allí se respira la alegría y la tristeza de la gente. También el chusmerío.
Paris 1967 © Herni Cartier Bresson
En grandes ciudades, por citar algunas, como Nueva York, Londres, París, Madrid o Dublin, los bares son un popular fenómeno social que ha marcado la cultura y las costumbres de numerosas generaciones.
Paris 1958 © Dennis Stock
Madrid © Luis Baylón
Y hablo de bares de una forma genérica como un espacio público multifuncional, heterogéneo en donde no sólo se beben copas, se come, se toma café o simplemente se pasa el tiempo en compañía o solo.
París 1978 © Michel Maïofiss
En ese sentido,
Edward Hopper
los utilizó para plasmar en sus pinturas, la soledad, la incomunicación entre las personas.
Trasnochadores 1942 © Edward Hopper
© Edward Hopper
Con el estímulo hopperiano,
Diane Arbus
también solía ir “de copas” con su cámara.
New York 1962 © Diane Arbus
Los bares constituyen espacios de dispersión en donde la fantasía y la realidad van de la mano. Son lugares difíciles de olvidar si tienen magia.
Paris 1955 © Willy Ronis
Paris 1978 © Bernard Plossu
Los bares pueden ser lugares donde se manifiesta la crisis de una ciudad. De eso sabe mucho,
Anders Petersen
con la particular gente del Café Lehmitz de Hamburgo.
© Anders Petersen
Petersen pasó mucho tiempo allí entre prostitutas, borrachos, gente de paso y lo veían como uno más de ese surrealista bar.
© Anders Petersen
“Es una forma agresiva de trabajar – señala Eve Arnold - porque quieres ir tan profundamente como puedas, si se tiene cuidado con la gente, ellos te ofrecerán parte de sí mismos”
La Habana 1954 © Eve Arnold
Una vez, en una entrada de un bar - restaurante en Sevilla encontré escrita en la pared una frase que resume el espíritu popular de un bar y de paso, cierro la nota.
© Marcelo Caballero
Hasta pronto!
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