Miradas Cómplices constituye un laboratorio de ideas, de reflexiones fotográficas e imágenes que, quizás, encuentren vuestra complicidad.

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viernes, 15 de noviembre de 2013

El rectángulo en la mano, una rareza mágica

Posiblemente sea uno de esos libros que nunca podré tener en mi biblioteca personal.
Sumado a esa imposibilidad, El Rectángulo en la mano me parece tan mágico y misterioso que suma otro capítulo notable, muy acorde con la vida y la obra de Sergio Larrain.
Comprarlo es una quimera (lo venden a 18.000 euros en una web) y a eso hay que agregarle que sólo se publicó una sola edición y de pocos ejemplares.




 El Rectángulo en la Mano (Cadernos Brasileiros /Editorial Universitaria)  fue publicado por Sergio Larraín debido a una exposición que hizo en Santiago de Chile en 1963.



Según el prestigioso blog inglés 5B4: “ se trata de un folleto encuadernado grapado de 12 folios (con 17 imágenes) de una serie que (Larraín) capturó de niños vagabundos en Chile”. Y parece, según el blog, que estos ejemplares los hizo a mano el propio fotógrafo.




Y el misterio sigue…..Más adelante comentan que si alguno lo quiere hojear pueden encontrar una copia en la biblioteca Martínez Romeo de laMaison Européenne de la Photographie o en el MOMA de Nueva York.


Lo único que sé es que el nuevo libro retrospectivo del fotógrafo chileno nos va a permitir volver a mirar esas fotografías de El Rectángulo en la mano pero como objetos y no como simples imágenes virtuales. Y podremos observar , a través de esas fotografías, el auténtico alma de Larraín que él, en vida, salvo raras excepciones, nunca quiso mostrarlas.
Por último, me encantaría que le den un vistazo a un artículo que realizó el escritor argentino Juan Forn en homenaje a Sergio Larrain.




Buen fin de semana!



2 comentarios:

  1. De los tiempos en donde se hacían denuncias contra el sistema injusto en sudamérica. Chile, Argentina, Bolivia, Brasil....pocas cosas cambiaron en 50 años. Los chicos siguen durmiendo en la calle. Fuman "paco", delinquen, mueren como moscas. Los populistas no pueden con este terrible flagelo social si el sistema no cambia.

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