Miradas Cómplices constituye un laboratorio de ideas, de reflexiones fotográficas e imágenes que, quizás, encuentren vuestra complicidad.

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viernes, 23 de noviembre de 2012

El presente dual de Paul Graham


El fotógrafo británico Paul Graham no necesita ningún tipo de presentación hoy en día.
Como prefacio podríamos decir que este año, ganó uno de los premios más importante que se pueden otorgar en la fotografía: el Hasselblad.


La Fundación Hasselblad le otorgó el premio por ser “uno de los fotógrafos más brillantes de su generación”.
No me caben dudas de ello. Y también porque Graham es esencialmente un gran street photographer que renovó la escuela del American New Color iniciada por Sthepen Shore,  William Eggleston o Joel Meyerowitz en los ’70. 
De hecho, Graham comienza a realizar proyectos fotográficos a fines de esa década  y,  bajo la influencia de esta escuela,  publica entre 1981 y 1986 tres libros documentales a color,  hoy en día, bastante difíciles de encontrar: The Great North Road (1983), Beyond Caring (1986) y Troubled Land (1987).

1982. Al norte de Londres. publicada en The Great North Road (1983)

Así,  Graham se convierte  también en un pionero en el uso del color con valor documental. “En esa época  – comenta el británico – di una charla a estudiantes de fotografía en Newport College y uno de los alumnos señaló mi trabajo como algo tóxico, venenoso para lo establecido”.

Birmingham 1985

Damos un salto de época y así llegamos a Presente su último trabajo que, como siempre, rompe con algunos moldes de la fotografía de calle.



Este libro,  publicado en febrero de este año por Mack es la continuación de una trilogía iniciada con American Night ( 1998 – 2002) y seguida por A Shimmer of Possibility (2004 – 2006).
En este caso, Presente es un cuerpo de trabajo fotográfico de 114 páginas realizado enteramente en las calles de Nueva York  y Graham, a través de un cuidado diseño del libro,  trata de transmitir la sensación de una ciudad en constante movimiento.



¿Cómo lo hace?. 
El fotógrafo propone dípticos o trípticos que  amplifican esas fugaces instantáneas callejeras llevándolas a sus dobles o triples: dos o tres imágenes separadas sólo por una breve fracción de tiempo.




Estos plegables revelan afinidades inesperadas y casuales de momento a momento. Y para mi es un interesante camino alternativo (este o no de acuerdo con ello) para salir de la ingravidez generacional en que se encuentra la street photography en la actualidad.




Esta dualidad también nos permite reflexionar sobre la fluidez e inmediatez que atesora  la fotografía digital en relación al pasado  analógico. “La forma en que nos relacionamos con las imágenes digitales está cambiando” señala Stephen Mayes, director de VII Photo Agency en una reciente entrevista en Wired

Espero que tengan un buen fin de semana!! hasta el lunes!

6 comentarios:

  1. Como siempre un más que interesante artículo. Como comentas se puede estar de acuerdo o no con sus planteamientos pero abre nuevas vías de exploración fotográfica.

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  2. Desde hace un tiempo, estoy en un proyecto personal, acumulando imágenes donde el encuadre es prácticamente el mismo. La misma distancia focal y el aliciente de la incorporación en la escena de elementos nuevos.
    La primera vez que visioné mi propio trabajo, lo relacione en un principio con lo realizado por Graham por lo parecido, salvando las distancias, claro.. Aunque después supe que él juega con el factor de tiempo reducido. Segundos, como mucho, minutos separan dos o tres tomas.
    Un abrazo

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